Ramy Virginia, la mujer asesinada por su pareja en Guadalajara, presagiaba lo peor: "Mandó a su hijo su ubicación en tiempo real"

Toledo

El día que Ramy Virginia, de 41 años, desapareció junto a su novio tenía un presentimiento y por eso decidió compartir con su hijo de 18 años la ubicación de su móvil en tiempo real. Ambos se dirigían juntos a "una terapia de pareja", le dijo, aunque sin precisar a qué lugar. Su hermano Reinaldo recuerda a la SER que "es algo que no hacía habitualmente".

La mujer ya le había dicho a su novio -un repartidor de 42 años que trabajaba en Alcalá de Henares-, que quería dejar la relación que habían iniciado seis años antes. Sufría malos tratos verbales pero no llegó a denunciar y por eso no figuraba en el sistema VioGén. Su hijo, relata Reinaldo, era consciente, eso sí, del calvario que sufría su madre. El Centro de la Mujer de Guadalajara la atendió en, al menos, dos ocasiones, pero -según su hermano- le pudo "el miedo a que su pareja pudiera hacer daño a sus hijos", especialmente a la niña de 5 años que ambos tenían en común.

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Ramy y su novio vivían en Iriépal, pero esa mañana del 18 de junio el rastro del móvil se perdió en Ruguilla. La mujer tenía doble nacionalidad, italiana y venezolana, y el sueño de montar una empresa de costura en España. Era, recuerda su hermano, lo que más le gustaba pese a haberse formado en Ciencias Fiscales en Venezuela. Mientras tanto, se apañaba con lo que encontraba. El día que desapareció libraba en la gasolinera de Guadalajara en la que trabajaba.

Su pareja ha ingresado en prisión este sábado como presunto autor de un delito de homicidio. La titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Guadalajara también ha suspendido de forma cautelar la patria potestad de la menor que tenían en común. Reinaldo recuerda a su hermana como "una persona maravillosa, muy guerrera y muy servicial" que sólo quería sacar adelante a sus hijos.