Los estudiantes de la Escuela Oficial de Idiomas de Toledo se manifiestan contra los "recortes" de la Junta
El principal motivo de protesta es el aumento del número mínimo de alumnos para abrir grupo ya que, a partir del próximo curso, se necesitarán al menos 10 estudiantes por clase

Los estudiantes de la Escuela Oficial de Idiomas de Toledo se manifiestan contra los "recortes" de la Junta

Toledo
Los estudiantes de la Escuela Oficial de Idiomas de Toledo se han concentrado este lunes en el patio del centro para protestar contra las nuevas medidas anunciadas por la Consejería de Educación de Castilla-La Mancha de cara al próximo curso 2025-2026. Los manifestantes afean un nuevo paquete de recortes que, según afirman, comprometerá gravemente la calidad de la enseñanza pública de idiomas.
El principal motivo de la protesta es el aumento del número mínimo de alumnos exigido para abrir un grupo. A partir del próximo curso, se necesitarán al menos 10 estudiantes por clase, una medida que, según los concentrados, dificultará enormemente la creación de grupos en niveles intermedios y avanzados, donde la matrícula suele ser menor.
Además, la Consejería ha anunciado la introducción de una nueva modalidad de cursos mixtos, en los que se impartirán dos niveles distintos en una misma clase. Desde la EOI de Toledo, alertan de que esta fórmula "mermará gravemente la calidad de la enseñanza", ya que se hace inviable atender adecuadamente a alumnos con niveles de competencia lingüística diferentes en un mismo grupo.
Para los estudiantes no es una reestructuración, sino "un recorte en toda regla". Un año más, aseguran que verán cómo se reduce el cupo de profesorado en todos los centros de la región, y con ello, la atención personalizada y la oferta educativa se ven afectadas.
En Castilla-La Mancha existen 13 Escuelas Oficiales de Idiomas, muchas de las cuales enfrentan situaciones similares. Desde la Consejería de Educación justifican la decisión apelando a la necesidad de garantizar la "supervivencia" de las escuelas de idiomas ante el descenso generalizado de matrícula y el alto índice de abandono en ciertos niveles. Aseguran que el aumento del mínimo de alumnos y la creación de grupos mixtos no se aplicarán de forma generalizada, sino únicamente en casos puntuales y tras el proceso de admisión, en aquellos centros con menor demanda.
Sin embargo, estas explicaciones no convencen a la comunidad educativa, que insiste en que las medidas suponen un nuevo paso en el deterioro progresivo de la enseñanza pública de idiomas. Los alumnos consideran que la enseñanza de lenguas no puede gestionarse como un negocio que se cierra cuando no da beneficios ya que se habla de un acceso a oportunidades, a formación y a cultura.




