Campamentos de verano en Cuenca: diversión, educación y economía local
Una veintena de campamentos dinamizan la economía de la provincia conquense y a la par que generan diversión y entretenimiento para los niños

Campamentos de verano en Cuenca: diversión, educación y desarrollo económico
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Cuenca
Los campamentos de verano proliferan en la provincia de Cuenca en los meses estivales. A lo largo del territorio encontramos cerca de una veintena de instalaciones que ofertan estancias veraniegas de entre tres y quince días y casi siempre con la naturaleza y el deporte de aventura como protagonista. Otros combinan esa actividad al aire libre y de piscina con el aprendizaje de idiomas o disciplinas artísticas.
El albergue Fuentes de las Tablas de la Diputación o el campamento de Los Palancares de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha son algunos de ellos, pero hay más como el Campamento Alto Tajo de Beteta, el Montes de Talayuelas, el Alta-Lai en Casillas de Ranera, el Pio XI en Poyatos, el Summer Camp en Buendía o el de Baile Aventura en las instalaciones de El Moral en Valdecañas.
Los campamentos de verano ofrecen experiencias únicas a niños y jóvenes de entre 6 y 18 años. También son un importante motor de desarrollo rural. Generan empleo directo, fomentan el turismo familiar y mantienen vivas las economías de comarcas que, durante el resto del año, tienen un ritmo mucho más pausado. Un verano más, Cuenca demuestra que el ocio educativo puede ir de la mano del desarrollo económico.

Los campamentos de verano ofrecen experiencias únicas a niños y jóvenes de entre 6 y 18 años. / campamentoaltotajo.es

Los campamentos de verano ofrecen experiencias únicas a niños y jóvenes de entre 6 y 18 años. / campamentoaltotajo.es
Talayuelas: aventura con impacto local
Situado en plena naturaleza, el campamento Montes de Talayuelas es sinónimo de adrenalina. Allí, los niños y jóvenes pueden disfrutar de actividades como la escalada, el piragüismo o el descenso de barrancos. Rubén de la Cruz Mestre, su director, nos explica que las instalaciones están preparadas para alojar semanalmente a unos 300 niños procedentes, principalmente, de la Comunidad Valenciana, Madrid y Castilla-La Mancha.
“El campamento cuenta con cabañas y habitaciones con baño, piscina y una amplia oferta de actividades adaptadas a cada edad”, señala Rubén. Pero más allá de la diversión, el impacto económico que generan estos campamentos es considerable. “Hay muchísima gente que se nutre de la economía del campamento: desde el panadero, la carnicería, el herrero, hasta personal de mantenimiento, fontanería o electricidad. Todo eso genera economía en el pueblo”, afirma.
Cabañas del campamento Montes de Talayuelas. / campamentotalayuelas.es
Cabañas del campamento Montes de Talayuelas. / campamentotalayuelas.es
Actualmente, el campamento emplea a unas 40 personas durante la campaña estival, muchas de ellas de la comarca. Una cifra que da cuenta de cómo el turismo juvenil se convierte también en empleo y dinamización rural.
Beteta: un enclave natural
Nos desplazamos al norte de la provincia, a la comarca de la Serranía Alta. Allí, junto al Parque Natural del Alto Tajo, se encuentra el albergue campamento gestionado por la empresa Actúa Formación y Ocio. Iván Azagra, su director-gerente, destaca la riqueza natural del entorno como uno de los principales atractivos. “Para muchos niños y niñas, venir aquí es una experiencia extraordinaria. Están en un entorno privilegiado y conocen una zona muchas veces desconocida para los que vienen de fuera”, explica.
Campamento Alto Tajo en Beteta (Cuenca). / campamentoaltotajo.es
Campamento Alto Tajo en Beteta (Cuenca). / campamentoaltotajo.es
El campamento ofrece tres programas distintos: el Summer Camp para niños de 7 a 12 años, el Adventure Camp para adolescentes, y un curso oficial de monitor de actividades juveniles para mayores de 16. “Cada año pasan por aquí unos 500 chavales. Algunos vienen de toda España y sus familias, al conocer la zona, repiten o incluso se quedan unos días más por la comarca”, añade Iván.
En términos económicos, la influencia del campamento en Beteta es evidente. “Supone una actividad sobrevenida muy intensa en julio. Muchas personas se mueven por la comarca, consumen en bares, tiendas y alojamientos. Además, empleamos entre 20 y 25 personas durante el verano, muchos de ellos de la zona”, destaca Azagra.
Fuente de las Tablas: compromiso con la educación
El último de los campamentos que visitamos se ubica en el albergue Fuente de las Tablas, en la Serranía de Cuenca. Gestionado por la empresa Ideotour y promovido por la Diputación Provincial, acoge este verano a 342 niños de entre 6 y 15 años procedentes de diferentes municipios conquenses.

Turno de comedor en el albergue Fuente de las Tablas de la Diputación de Cuenca durante un campamento de verano. / Diputación de Cuenca

Turno de comedor en el albergue Fuente de las Tablas de la Diputación de Cuenca durante un campamento de verano. / Diputación de Cuenca
“El objetivo es proporcionar un ocio saludable, fomentar la autonomía, la educación medioambiental y la práctica deportiva en plena naturaleza”, explica Sara Martínez, coordinadora del campamento. Durante los 10 días que duran las estancias, los participantes realizan actividades como piragüismo, tiro con arco, rutas por la montaña y talleres sobre sostenibilidad.
En cuanto al equipo humano, Sara indica que trabajan unas 15 o 16 personas: monitores, enfermería, cocina, limpieza y coordinación. “Además, colaboramos en la formación de futuros monitores, lo que también tiene un efecto en la empleabilidad local. Y sí, creemos que el campamento genera movimiento económico en los pueblos cercanos, tanto por el empleo directo como por las compras que realizamos o las familias que se desplazan hasta aquí”, concluye.

Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...




