Cañete: empleo, retorno y ‘Tremendos Huevos’ contra la despoblación
Esta localidad, capital de la comarca conquense de la Serranía Baja, aumenta población en pleno dinamismo económico

Cañete crece: empleo, retorno joven y ‘Tremendos Huevos’ contra la despoblación
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Cuenca
En medio de una provincia como la de Cuenca, marcada durante décadas por la despoblación, la localidad de Cañete se ha convertido en un ejemplo de que el medio rural puede no solo sobrevivir, sino también crecer y prosperar.
Este municipio de la Serranía Baja de Cuenca, que en 2019 rozaba el mínimo histórico con apenas 720 habitantes, ha superado ya los 900 en 2025. Cañete es conocido también por sus fiestas de La Alvarada que se celebrarán este año entre el 26 de julio y el 3 de agosto.
Un incremento que va más allá de la estadística y que refleja un cambio profundo: el resurgir de un pueblo gracias al empleo, al emprendimiento joven y al regreso de familias decididas a construir una vida con más calma y sentido de comunidad.
Ese ejemplo de Cañete también lo encontramos en otras localidades de la Serranía Baja. Hay otros municipios que han experimentado un aumento de población en los últimos cinco años, según los datos del INE. Ahí encontramos localidades como Mira que ha pasado de 886 habitantes en 2020 a 921 en 2024. Talayuelas, de 864 a 882; Campillo de Altobuey, de 1.265 a 1.286; Víllora, de 109 a 127; Almodóvar del Pinar, de 393 a más de 400. Datos estos últimos a fecha de 1 de enero de 2024. A fecha actual, esos pueblos han seguido sumando habitantes.
Un punto de inflexión
La alcaldesa, Montserrat Poyatos, lo tiene claro: “La pandemia fue un punto de inflexión. Muchas personas se replantearon su forma de vida y encontraron en los pueblos un lugar con calidad de vida. Pero no solo fue eso. En Cañete hicimos los deberes”.
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Uno de esos "deberes" fue la adhesión al proyecto Arraigo, una iniciativa que conecta a municipios con pérdida de población con personas urbanas interesadas en mudarse al entorno rural.
“Gracias a este proyecto que apoya la Diputación de Cuenca han llegado personas a Cañete sin ningún vínculo previo con el pueblo”, explica Poyatos. Muchos de ellos han ocupado empleos clave que estaban vacantes, desde mecánicos hasta personal de hostelería, pasando por oficios como electricistas. Además, se ha producido un efecto llamada entre descendientes de Cañete que han decidido regresar y apostar por su pueblo con nuevas ideas de negocio.
Montserrat Poyatos, alcaldesa de Cañete (Cuenca), junto a una de las figuras del Paisaje Ilustrado que decoran las calles de su pueblo.
Montserrat Poyatos, alcaldesa de Cañete (Cuenca), junto a una de las figuras del Paisaje Ilustrado que decoran las calles de su pueblo.
La clínica veterinaria de Andrea
Es el caso de Andrea Ruiz Rubio, veterinaria formada en Valencia que hace tres años abrió su clínica de pequeños animales en Cañete. “Mi familia es de aquí, pero yo me he criado en la ciudad. Decidí volver porque sentía que podía aportar algo. Aquí hay gente, y esa gente necesita servicios”, relata. Su apuesta, aunque valiente, fue también lógica: “Podemos vivir donde queremos y al mismo tiempo dar un servicio necesario. Eso fija población. Si no hay servicios, la gente se marcha”.
Andrea representa a esa nueva generación que no solo vuelve, sino que lo hace para quedarse. “Aquí se vive de otra manera. Hay aire puro, menos estrés, terminas de trabajar y tienes el campo al lado. Es calidad de vida”, asegura.
Jose y sus ‘Tremendos Huevos’
Otro ejemplo de emprendimiento es la empresa Tremendos Huevos, una granja avícola de gallinas camperas impulsada por dos amigos de toda la vida: Jose Ruiz Ibáñez, natural del pueblo, y su socio de Barcelona. “Todo comenzó cuando me quedé en el paro”, cuenta Ruiz. “Queríamos montar algo relacionado con animales y al final apostamos por las gallinas camperas. Visitamos una granja en Zaragoza y vimos que el huevo estaba en auge”.
El proyecto ha sido uno de los seleccionados en la edición 2024 del programa Integra 4.0 de la Diputación de Cuenca, que les otorgó una subvención clave para arrancar. Hoy, con 3.000 gallinas, producen entre 2.700 y 2.750 huevos al día. “Tenemos una chica de Cañete contratada, media jornada. Ella lleva la clasificación de huevos, los pedidos y las facturas. Yo me encargo del reparto y de conseguir clientes”, explica José.
Jose Ruiz Ibáñez con sus gallinas y sus 'Tremendos Huevos' en Cañete (Cuenca).
Jose Ruiz Ibáñez con sus gallinas y sus 'Tremendos Huevos' en Cañete (Cuenca).
Montar la granja no fue fácil, especialmente por la falta de servicios básicos en la parcela elegida. “No teníamos ni agua ni luz. Instalar placas solares y conseguir el agua gracias a la comunidad de regantes fue clave. El Ayuntamiento también nos ayudó mucho. En general, Cañete se ha volcado con nosotros”, afirma.
Pese a las dificultades, Ruiz lanza un mensaje claro a quienes se plantean emprender en el medio rural: “Es complicado, sí. Hay poco comercio, poco movimiento fuera del verano. Pero si te buscas la vida y no paras, las cosas salen. Solo hay que tener ganas y coraje”.

Vista panorámica de Cañete (Cuenca). / www.villadecanete.com

Vista panorámica de Cañete (Cuenca). / www.villadecanete.com
Cañete amplía servicios
Este dinamismo emprendedor ha venido acompañado de mejoras en servicios públicos. El pueblo cuenta con una residencia de mayores desde hace tres años, y en septiembre abrirá una escuela infantil.
“Hemos hecho un gran esfuerzo en ofrecer servicios para las familias, especialmente para los más pequeños. Actividades, espacios adecuados, atención. Sin eso, es imposible que vengan nuevos vecinos”, insiste la alcaldesa.
El reto de la vivienda
Sin embargo, no todo son luces. El mayor reto ahora mismo es la falta de vivienda disponible. “Hay familias que quieren venirse a Cañete, pero no tenemos casas. Estamos intentando poner en marcha alguna promoción para facilitar el acceso a vivienda a jóvenes y nuevos pobladores”, explica Poyatos, quien también destaca el papel estratégico de la ubicación de Cañete: “Estamos a una hora y media de Valencia, cerca de Teruel, a dos de Madrid. Ahora eso es una ventaja, aunque hace unos años no fue suficiente para frenar la despoblación”.
Cañete no es una excepción milagrosa, pero sí un ejemplo de que, con planificación, apoyo institucional y espíritu emprendedor, el medio rural puede reinventarse. Como dice su alcaldesa, “es verdad que otros pueblos también están logrando cosas, pero en Cañete estamos viendo un cambio real, sostenido y con futuro”.

Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...




