Las farmacias rurales se apagan: falta de relevo y horarios duros ahogan al sector en Cuenca

Cuenca

Adaptar el horario de apertura de las farmacias rurales al número de habitantes que viven en la zona es una de las soluciones que plantea la presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cuenca, Luz Moya, a la crisis que atraviesa el sector.

En la provincia de Cuenca hay ocho farmacias rurales que van a cerrar próximamente y transformarse en botiquines dependientes de los pueblos de al lado. Es otra de las posibles formas de abordar el problema, según Moya, porque estos botiquines sirven para cubrir las necesidades de la población.

En cualquier caso, la presidenta del Colegio de Farmacéuticos apunta que las nuevas generaciones no quieren regentar un negocio con horario partido, trabajo en los fines de semana y guardias en las que no reciben prácticamente clientes.

Moya sentencia que el número de graduados se ha mantenido y no hay paro en la profesión, pero ahora la tendencia se inclina por trabajar docencia, análisis clínicos e industria porque tienen horarios flexibles, teletrabajo y ofrecen mayores posibilidades de promocionar. También ve imprescindible la implantación de los servicios profesionales farmacéuticos en los pueblos.

En Cuneca hay 168 farmacias en total, de las que 69 se encuentran en poblaciones de menos de 500 habitantes y 48 están denominadas de viabilidad económica comprometida, es decir, que no llegan a final de mes y necesitan subvención para mantenerse abiertas.