Ahorrar agua en el regadío en verano

Las Pedroñeras

Hace unos meses hablamos del proyecto Life Triplet, que se estaba llevando a cabo en tierras de cultivo de Villarrobledo y Tomelloso.

Este proyecto lo está realizando Alejandro Pérez, catedrático de la Universidad Politécnica de Cartagena, en colaboración con distintos organismos como la CUAS Masa Mancha Occidental II. Consiste en llevar un control del estado hídrico del suelo, comprobar hasta qué profundidad llega el agua y los nutrientes que se aportan con el sistema de riego por goteo, optimizar el tiempo de riego para llegar a la profundidad donde están las raíces y tratar de responder cuánto agotamiento máximo permisible hay que aplicar al suelo.

Con los datos obtenidos se está alimentando una inteligencia artificial que sea útil para los agricultores. Con el verano ha llegado una época complicada, donde las plantas sufren estrés térmico, como las viñas, lo que dificulta reducir el aporte de agua, comenta Pérez.

"Nos encontramos que no podemos reducir tanta cantidad de agua como siempre hemos podido hacer con este cultivo. Entonces, entra en juego digitalizar el manejo eficiente de la fertirrigación", detalla el catedrático.

Ahora se está ahorrando menos agua. Eso sí, se están añadiendo parámetros como la temperatura foliar, un indicador del estado hídrico del cultivo a partir del cual, una refrigeración de los tejidos de las hojas permite saber si la planta está transpirando bien. Cuando la temperatura foliar se iguala o supera la del ambiente, la planta no transpira y no se refrigera.

Predicción de tormentas

Al calor hay que sumar las tormentas que se han ido formando por la tarde en días en los que durante la mañana el cielo estaba despejado, "es más difícil predecirlas porque son tormentas muy localizadas. Se sabe que la atmosfera entra en una inestabilidad lógica, pero los modelos climáticos que utilizamos no te detectan con seguridad dónde va a caer", apunta Pérez

Además, señala, la torrencialidad de lluvias se repite en un momento dado.