Toledo cuenta con 9.000 aparcamientos al aire libre sin ningún tipo de sombra: "Hay que intentar cubrir el coche lo máximo posible"

Toledo (Toledo)

Con la llegada del verano, las alertas por las altas temperaturas aterrizan en todos los medios para prevenir riesgos que pueden causar verdaderos percances en la salud de los ciudadanos. Habitualmente, se recomienda el uso de crema solar, no salir a la calle en horas en las que el sol está alto, usar sombrillas y beber agua, pero muy pocas veces se cae en la cuenta de que, a parte de los ciudadanos, los automóviles también sufren estas altas temperaturas.

En Toledo hay, aproximadamente, 13 aparcamientos, entre los que se encuentran los parkings de Safont, de Santa Teresa, de Azarquiel, del Campus de la Fábrica de Armas. A su vez, también se encuentran los aparcamientos de los centros comerciales, como Luz del Tajo, la Abadía o Fusión, y los que son cercanos al Hospital Universitario de Toledo, como el de la calle Río Alberche o el de la calle Río Fresnedoso. Dentro del total de aparcamientos y sumados a los ya mencionados también se hallan los que pertenecen a las instituciones públicas que hay en la ciudad, como el de la Cortes de CLM o el de la Consejería de Sanidad.

Haciendo un recuento total, Toledo cuenta con, aproximadamente, 10.820 plazas de aparcamiento al aire libre. Si a esa cifra se le suman las plazas que no forman parte de ningún parking pero que se utilizan todas las tardes por su proximidad a las ocho piscinas municipales de Toledo, el número asciende a más de 11.000. Sin embargo, lo sorprendente más allá de este gran número es que en torno a su 82% no cuentan con ninguna sombra, es decir, entre 8.000 y 9.000 coches se someten al sol cada día.

A pesar de que en algunos parkings hay algo de refugio, como el de Luz del Tajo, el de la Abadía o el de las cortes de CLM, no dejan de ser techos o árboles escasos y que solo llegan a cubrir un porcentaje minoritario. El titular es claro: cada tarde hay cerca de 9.000 coches sufriendo durante horas temperaturas que llegan a superar los 40ºC.

El coche puede llegar a 70ºC tras una hora bajo el sol

Aunque es cierto que, a día de hoy, hay una pequeña porción de coches que ya cuenta con un sistema de autorrefrigeración, en torno al 90-95% no lo tiene y, por tanto, sufren las consecuencias: derretimiento o desgaste de los plásticos del salpicadero, la tapicería, la palanca de cambios o el volante; evaporación de los líquidos de la batería o del refrigerante; reventón de los neumáticos; quema del alternador; o, incluso, el riesgo de que el coche entre en llamas.

Además de la extensa exposición a las altas temperaturas, los talleres advierten de que, cada vez, los coches sufren más los posibles perjuicios por el hecho de ser cada vez más electrónicos. Los circuitos y las piezas más plásticas de los automóviles actuales provocan que, si durante la época estival siempre ha habido un aumento de las averías, a día de hoy aún más.

Según apuntan los expertos, a partir de una sola hora de exposición, el coche ya empieza a sufrir daños por el sol. "El interior del coche llega a 70ºC con que haya una temperatura exterior de 35 o 36ºC", señala Gonzalo García, gerente del taller TLR Sport Toledo.

"Hay que intentar cubrir el coche lo máximo posible: parasoles o pintar la luna de los vehículos. Si tenemos la opción de que parte del vehículo quede en sombra, la parte más sensible es la del motor y la del salpicadero", añade García. Por tanto, ante las abrumantes cifras de aparcamientos al sol en nuestra ciudad, no hay más que un remedio: mucha precaución.