Uña, el pueblo de Cuenca unido para escribir entre todos un libro solidario

Cuenca

Con motivo del centenario de su constitución como municipio independiente, la localidad conquense de Uña ha puesto en marcha una iniciativa tan cultural como solidaria. Bajo el título Uña, cuentos y encantos, ha nacido un libro que recopila 38 relatos escritos por vecinos y vecinas del pueblo e ilustrados por Jorge Rolanía Gómez. La obra es, según sus promotores, “un homenaje a la memoria colectiva” de Uña, y una muestra del enorme potencial que tienen los proyectos impulsados desde el afecto por lo local.

El proyecto ha sido financiado y coordinado por Juan Carlos Gómez Moreno, quien, junto a su hermano, ha querido apoyar así a la asociación La Escuelita de Uña, un espacio comunitario que fomenta el encuentro, el aprendizaje y la creatividad de los residentes.

“Queríamos colaborar con La Escuelita porque creemos que es un lugar desde donde se enseña y se aprende”, explica Gómez Moreno.

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Un libro de cuentos

La idea de crear un libro de cuentos surgió como forma de canalizar ese apoyo. “Propusimos crear un libro de cuentos infantiles. Desde el principio la intención fue doble: por un lado, fomentar la escritura y la imaginación de los vecinos; y por otro, generar algo bello y útil que pudiera tener un impacto social más allá del propio municipio”.

La Escuelita

La Escuelita de Uña es una iniciativa de los propios vecinos, especialmente de quienes residen en el pueblo durante todo el año. “Es un espacio desde donde toman iniciativas para ocupar su tiempo libre y encontrarse a sí mismos y con los demás”, cuenta Gómez Moreno. “Desde ahí se crea, se escucha, se aprende. Se trata de dar sentido a lo que uno sabe hacer, y demostrar que juntos se pueden lograr cosas más grandes”.

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Un proceso participativo y emotivo

La recopilación de los cuentos no fue sencilla. El proyecto arrancó en Semana Santa con un taller de escritura creativa, en el que se dieron las primeras pautas e ideas.

“Al principio costó bastante. No llegaban cuentos, y parecía que la gente no se animaba”, reconoce Juan Carlos. Sin embargo, poco a poco las historias comenzaron a fluir. “Empezamos a recibir relatos que nos emocionaban. Había lágrimas al leerlos, y eso se transmitía. Fue como una cadena: uno escribía, y otro se animaba también. Se convirtió en algo contagioso”.

El resultado es una mezcla de cuentos tradicionales, como Los cabritillos o La palomilla, y otros completamente originales, nacidos de los recuerdos, la imaginación y las vivencias personales de los autores. “Hay un cuento que reinterpreta de forma muy moderna la historia del pollito que se atraganta, usando incluso redes sociales. También hay textos que retratan cómo se era feliz con muy pocas cosas. Hay mucha autenticidad”.

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Emoción y sorpresa

Cuando el libro estuvo terminado, la emoción fue compartida por todo el pueblo. “La primera emoción fue la sorpresa. Creo que ni los propios autores se esperaban que se pudiera reunir tanta esencia, tanto sentimiento, en un libro”, confiesa Juan Carlos.

“Los vecinos se han visto reflejados, y han entendido que cuando un pueblo se une, cuando hay solidaridad, el valor que se genera es brutal. Ha sido una sorpresa que emociona”.

Un proyecto solidario

Uña, cuentos y encantos no solo rinde homenaje al municipio, también busca tener un impacto fuera de él. Parte de los ejemplares se donarán al área de Pediatría del nuevo Hospital Universitario de Cuenca, y los beneficios que se recauden con las ventas irán destinados a la Asociación Española Contra el Cáncer, por razones que, según Gómez Moreno, “son socialmente obvias en nuestro pueblo”.

El libro se puede adquirir en Uña, tanto en el supermercado como en La Escuelita, mediante una donación voluntaria. “Hay gente que da 15 euros, que es más o menos el coste del libro, pero se puede aportar cualquier cantidad. Lo importante es que todo lo recaudado tendrá un fin solidario”, destaca.

Una historia de comunidad

Esta iniciativa demuestra que los pueblos pequeños están llenos de grandes historias y de personas con capacidad de movilización. Uña ha celebrado su centenario con un gesto que no solo rescata su pasado, sino que siembra también para el futuro: una comunidad más unida, creativa y comprometida con los demás.

“Lo que se ha conseguido es una muestra de lo que somos capaces de hacer cuando trabajamos juntos”, concluye Juan Carlos Gómez Moreno.