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Cuenca despide a Domingo Alfaro, el actor que aprendió a vivir en escena

Cofundador del grupo Trastos Teatro, su vida estuvo dedicada a su pasión interpretativa desde que siendo niño se subió por primera vez a un escenario

Cuenca despide a Domingo Alfaro, el actor que aprendió a vivir en escena

Cuenca

La ciudad de Cuenca y el mundo del teatro castellano-manchego lloran la pérdida de Domingo Alfaro Merino, actor, director y cofundador de la compañía Trastos Teatro, fallecido este fin de semana a los 66 años.

Para muchos, fue la voz y el alma de los personajes de La Cuenca Oculta o el motor de decenas de talleres y montajes teatrales que dejaron huella en la vida cultural de la provincia. Para otros será siempre un soñador incansable.

Nacido en Ledaña en 1958, Domingo siempre dijo que el teatro le salvó de la timidez y de una tartamudez que lo acompañó desde niño. “Yo era tartamudo… muy tartamudo, de medalla, vamos. Y entonces vi que cuando imitaba a alguien no tartamudeaba”, nos contaba en una entrevista en Hoy por Hoy Cuenca.

El actor conquense Domingo Alfaro comparte en la radio la música de su vida

En sus años de estudios en la Universidad Laboral de Cheste donde llegó con once años descubrió que subirse a un escenario era más que un pasatiempo: era una terapia. “Los sábados hacíamos las noches de humor y yo me apunté… funcionó, aunque de joven, al bajar del escenario, seguía siendo tartamudo. Con la madurez, desapareció”.

Su segundo nacimiento, como él mismo lo describía, llegó en Logroño en 1974, donde terminó de forjar su personalidad. “La primera vez nací en Ledaña, en el 58; la segunda, en Logroño en el 74. Allí se compuso mi personalidad, a nivel literario, personal, político, sexual, ideológico… de todo tipo”.

Actor, maestro y hombre de radio

Entre los más de veinte montajes en los que participó, Domingo recordaba con especial cariño Ay, Carmela, de Sanchis Sinisterra, con la que realizó una gira nacional, y Estado de sitio, de Albert Camus: “Me impactó porque el texto era de una fuerza que engrandecía a quien lo veía y a quien lo interpretaba”.

Su vida profesional no solo estuvo ligada a las tablas. Por amor decidió quedarse en Cuenca, donde no había escuela de teatro, y estudió Magisterio. Más tarde, trabajó muchos años en el departamento comercial de Radio Cuenca, la emisora de Onda Cero en la ciudad, donde veía paralelismos con la interpretación: “La radio debería ser teatro. El locutor, cuando habla, tiene ese punto teatral… si no, sería imposible”.

Trastos Teatro y la pasión por crear

En 2003, junto a otros compañeros, fundó Trastos Teatro, desde donde impulsó montajes como Orquesta de señoritas, Maribel y la extraña familia o El Principito. Su método como actor incluía una entrega absoluta al personaje: “Si voy a trabajar o voy andando, intento actuar como ese personaje lo haría. Incluso busco a otros que lo hubieran hecho antes para tomar ideas”.

“Me encanta lo de empezar la casa por el tejado”, nos contaba. “No todo tiene que ser pautado y concreto. A veces hay que tener esa especie de locura para decir: ‘¿Por qué no?’”.

El recuerdo de un compañero y amigo

Su amigo y también actor Juanjo Alfaro, con quien compartía apellido y escenario en Trastos Teatro, lo recuerda con emoción: “Yo lo recordaría como un soñador. Vivía la vida como si fuese un sueño, como diría Calderón de la Barca… capaz de sorprenderse diariamente como un niño”.

“Han sido muchos años de amistad muy cercana… y el teatro, que une muchísimo”, añade Juanjo, que sobre un posible homenaje cree que es inevitable: “Está todo muy reciente, pero se lo merece desde luego”.

Un soñador que deja huella

Domingo Alfaro deja tras de sí un legado de pasión por las artes escénicas y por la vida. Sus talleres formaron a decenas de actores aficionados y su presencia en montajes y proyectos culturales convirtió su nombre en sinónimo de creatividad en Cuenca. Su vida demostró que, a veces, subirse a un escenario no solo es representar un papel: es aprender a hablar, a vivir y a soñar.

Como él mismo dijo, quizá la mejor manera de recordar su espíritu sea atreviéndose a “empezar la casa por el tejado” y no dejar nunca de sorprenderse.

Paco Auñón

Director y presentador del programa Hoy por Hoy...