"Que agredir a un profesional sanitario no salga tan barato"
El sindicato CSIF se ha concentrado tras los tres casos de agresiones que se produjeron en la primera semana de agosto
Ciudad Real
Este martes el sindicato CSIF se ha concentrado frente a la Subdelegación del Gobierno de Ciudad Real para defender la dignidad y seguridad de los profesionales sanitarios. Y es que ante los últimas agresiones en la región, tres de ellas en la provincia, en el PAC de Pío XII y en el centro de salud II de ‘El Torreón’, en la capital y un tercero en el centro de salud Tomelloso II, piden medidas que garanticen la integridad de estos profesionales: desde cámaras, botones del pánico, elementos interconectados con la policía y guardia civil y también guardias de seguridad. "Estamos llegando a un momento en el que se está normalizando la agresión y especialmente la agresión verbal ya no se denuncia, pero cada vez son más los profesionales que les cuesta ir a su puesto de trabajo porque tienen miedo a desempeñas sus funciones y que algún paciente o familiar les agreda porque se sienta insatisfecho", ha dicho Ana Isabel Fernández, presidenta de CSIF Sanidad CLM.
Por eso quieren que el observatorio contra las agresiones funcione y se puedan poner las herramientas necesarias para evitar incidentes, entre las que se encuentran sanciones ejemplarizantes. En especial en los centros de salud más conflictivos, donde entiende tiene que haber agentes de seguridad de manera constante.
"Las gerencias están obligadas a poner todos los medios activos y pasivos y desde Csif reclamamos que los centros más calientes, con mayor incidencia de agresiones tanto físicas como verbales estén dotados con un vigilante de seguridad para garantizar el derecho a la seguridad que tienen los profesionales por ley", apuntaba Alberto Rosales, enfermero y delegado del sindicato en Alcázar de San Juan.
Más de 380 agresiones en 2024 en Castilla-La Mancha
En 2024 en Castilla-La Mancha se produjeron más de 380 agresiones a profesionales sanitarios del Sescam, pero aseguran que muchos incidentes no se denuncian por miedo a las represalias.
A la concentración convocada por Csif de este martes se sumará una segunda protesta organizada por el Colegio de Médicos de Ciudad Real el jueves 14 de agosto, también a las puertas de la Subdelegación del Gobierno.
Tendrá lugar a las 12:00 bajo el lema "No me agredas, déjame curarte" y en ella se exigirán medidas más eficaces y ejemplares para garantizar su seguridad y concienciar a la ciudadanía sobre la necesidad de respeto hacia quienes cuidan de su salud.
La convocatoria está abierta a todos los colectivos, instituciones y organizaciones vinculadas a la sanidad, así como a la sociedad en general, para que se unan y muestren su apoyo a la profesión médica y al conjunto de los profesionales sanitarios, según ha informado el Colegio de Médicos.
Concentraciones apoyas por el Colegio de Enfermería
Ambas concentraciones están apoyadas por el Colegio de Enfermería de Ciudad Real que lamenta que la problemática de las agresiones se esté agudizando en un momento en el que todas las instituciones públicas claman por la necesidad de reforzar la protección del personal sanitario en centros de salud y hospitales.
El presidente del Colegio, Pablo Madrid Franco, insiste en la “necesidad de una solución integral entre todas las instituciones públicas, auspiciada desde el propio gobierno de Castilla La Mancha, una mesa multidisciplinar que aborde el fenómeno desde todos los ángulos e integre a colegios profesionales y sindicatos, Administración de Justicia, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y el servicio público de salud como garante de las condiciones de trabajo y seguridad de sus profesionales”.
En verano se registra un repunte de casos
Según datos del Observatorio Nacional de Agresiones del Consejo General de Enfermería fue en 2022, justo tras la pandemia de COVID que sacudió a España, el año en el que se produjo un significativo incremento en el número de casos, pasando de 1.629 agresiones en todo el país en el año 2021, a 2.580 casos, tan solo un año después. Desde entonces la cifra total siempre se ha mantenido por encima de los 2.500 casos.
Los datos manejados por los expertos hablan por sí solos: Siempre en los meses de verano se registra un repunte en el número de casos de violencia (a sanitarios, de género...) lo que lleva a cuestionarnos si desde el punto de vista de la psicología clínica hay evidencia de que el aumento de la temperatura esté relacionado con el aumento de la violencia, apuntan en el mencionado comunicado en el que citan un estudio titulado “Efectos de la temperatura en la conducta antisocial” publicado en la revista “British Journal of Social Psicology” cada desviación estándar hacia temperaturas más altas se vincula con un incremento del 4 % en violencia interpersonal y 14 % en conflictos de grupos.
En el mismo sentido, otros estudios sugieren que, en entornos cálidos, los participantes mostraron más comportamientos hostiles tales como respuestas agresivas o menor cooperación y, en fin, los modelos teóricos aportan evidencia científica de que el aumento de la temperatura del clima aumenta la violencia interpersonal pues el calor incrementa la incomodidad, la frustración y la impulsividad, reduciendo el autocontrol y facilitando la agresión.
Cabe concluir que, aunque el calor no causa violencia por sí solo, sí actúa como factor de riesgo o desencadenante de conductas violentas en personas o contextos ya predispuestos a la agresión. Ello se suma a factores psicosociales como estrés, consumo de sustancias, hacinamiento, etc.
Fenómeno psicológico y social complejo
Para la responsable del gabinete de apoyo psicológico de Colegio de Enfermería de Ciudad Real, Eva Yangüela la violencia hacia los profesionales sanitarios no es solo un problema de seguridad, sino también un fenómeno psicológico y social complejo.
Para esta experta resulta fundamental “identificar los factores individuales que predisponen a la agresión —como la impulsividad descontrolada o la percepción de injusticia— para diseñar intervenciones más efectivas y proteger al personal sanitario. Por otro lado, -continúa- es fundamental que generemos en nuestra sociedad la conciencia de que el respeto es una máxima indispensable, donde existen medios adecuados para expresar la disconformidad como pacientes, sin que ese desacuerdo implique traspasar límites y proceder a la agresión verbal en su mayoría y física, en otras ocasiones”.
En su valoración del fenómeno de la violencia en el entorno sanitario, Eva Yangüela considera que “la agresión debe tener una atención psicológica adecuada desde los primeros momentos para reducir las secuelas y el posible estrés postraumático”.
Como profesional al servicio del Colegio de Enfermería de Ciudad Real, se pone a disposición desde su gabinete de atención psicológica para atender a todos los profesionales de enfermería afectados para valorar y propiciar un correcto retorno emocional al entorno laboral después de que la agresión se ha producido.

Agustín Cacho Borrás
Redactor de contenidos en SER Ciudad Real con especial atención al entorno rural y el sector agroalimentario....




