Los botijos toledanos: una tradición desde hace siglo y a más de 40 ºC
Miles de personas vuelven a pasar un año más por la Catedral para beber del tradicional botijo en las fiestas de la Virgen del Sagrario

Imagen de los botijos en el claustro de la Catedral de Toledo, durante este 15 de agosto / Alejandro Martín Carrillo

Toledo. Castilla- La Mancha.
Una tradición que comenzó en el siglo XIII, que se conserva actualmente, y que se ha ido pasando de generación en generación.
Un evento al que acuden miles de personas, en el que se pueden ver pasar a abuelos, rodeados de los más jóvenes y sus pequeños. Un día en el que la familia se reúne en torno a los botijos que se ubican en el claustro de la Catedral Primada de Toledo.
Por ello, un año más, vuelven las fiestas de la Virgen del Sagrario, patrona de la ciudad de Toledo. Una cita en la que familias, amigos y turistas avivan la tradición, suben a dicho tempo para poder beber agua de los famosos y centenarios botijos.
Un agua que sube de los manantiales que hay bajo este edificio histórico. Además, una de las leyendas asegura que los aljibes, bajo unas cuevas, que se encuentran en los subterráneos del claustro de la Catedral toledana, guardaron a la Virgen del Sagrario para evitar su robo en la reconquista de los musulmanes.
Sin embargo, la tradición de beber en los botijos se remonta al siglo XVII, debido a las largas misas que se hacían en la Catedral y a las altas temperaturas en pleno mes de agosto. Los asistentes se salían a las puertas de la iglesia a beber agua fresca.
Miles de personas aprovechan las primeras horas para evitar el calor
En la actualidad, es una cita que congrega a los toledanos y foráneos a beber agua de los botijos, que según se cuenta es un agua purificada, con propiedades curativas y da salud a quienes la toman.
Una fecha que desean que lleguen cada año. Contaban unas señoras que asistían a este evento anual, porque es una oportunidad para volver a ver a otros amigos, vecinos y conocidos que a lo largo del año no ven.

Imagen de los botijos en el claustro de la Catedral de Toledo / Alejandro Martín Carrillo

Imagen de los botijos en el claustro de la Catedral de Toledo / Alejandro Martín Carrillo
Turistas que vienen de otras partes del mundo, como un chileno que ha aprovechado sus vacaciones universitarias para visitar la ciudad, la catedral y de paso, vivir la tradición y beber del botijo.
Una experiencia que muchos viven por primera vez, como los más pequeños que disfrutan con sus padres. Estos cuentan que volverán en próximos años para seguir disfrutando.
Una cita que arraiga tradición, familia, amigos, leyendas, pasión y disfrute en un mes donde las temperaturas saturan el termómetro.




