Puerta Grande para El Cid y Emilio de Justo en la primera de feria
Comienza la Feria Taurina de Ciudad Real


Ciudad Real
Comenzó la Feria Taurina de la capital, en una tarde de bochorno agosteño con un buen ambiente en los tendidos y algunos respetuosos silencios que hicieron parecer Ciudad Real en algún momento al coso maestrante. Paciencia tuvo el público, mucha, rozando la santidad, en algún pasaje por que se anunciaba en los carteles una corrida de Juan Pedro Domecq, una ganadería de primera que no dio el juego esperado, muy deslucida dejando algunos toros mucho que desear en cuanto a raza.
El Cid abrió plaza en sustitución de Cayetano
Abrió plaza El Cid que entró en el cartel por la vía de sustitución de Cayetano. El mediático torero en el año de su despedida de los ruedos, está viviendo una temporada sin brillo, con lesiones y vacío, esperamos que Cayetano remonte este año tan agrio para él. El cambio en el cartel lo acogió la afición ciudadrealeña con agrado, porque el de Salteras es santo y seña de la pureza y la profundidad del toreo, gracias a una mano izquierda prodigiosa, lástima que no pudiéramos disfrutar de ella en su total plenitud.
Una oreja cortó en cada uno de sus antagonistas El Cid con certera espada que le abrió la Puerta Grande. Lo hizo con dos faenas donde todo lo tuvo que poner el torero, lo hizo con temple y personalidad, solventando la condición de su lote porque a los astados que le tocaron en suerte les faltó fondo y se vinieron pronto abajo sobre todo su segundo.
Entrega absoluta de Emilio de Justo
Emilio de Justo comenzó con su primero con el capote con expresión buena composición y bella factura estirándose a la verónica. El toro tenía algo más de transmisión, metía la cara con una pizquita de nobleza en algunos momentos. La faena no llego a coger el vuelo esperado para romper por completo los tendidos, salvo dos series de arrebatados derechazos. Lo que sí hizo emocionar al público fue en la suerte suprema la entrega absoluta del extremeño. Se tiró a matar con una firmeza increíble, tanto que le costó hasta tres volteretas, muy, muy feas. Angustia, nos temimos lo peor, pero hay estuvo la Morena del Prado que desplego su capote para salvarlo. En medio del terrible momento también fue prendido Morenito de Arles que estuvo al quite para salvar a su matador de las astas. La faena hubiera sido de una oreja, pero tras lo sucedido el aficionado premió la raza que le valieron dos apéndices a su esportón.
En el quinto de la tarde tras pasar por la enfermería, quedó prácticamente inédito, porque ya lo dice el dicho “dos no se pelean si uno no quiere”. Antes el toro contusiono al picador Tito Sandoval al derribarlo de su montura y caer el equino encima de él. El toro de nombre “Lacerado” estuvo completamente desentendido en la muleta y sin opción para Emilio de Justo que lo pasaporto de pinchazo, más de media estocada y dos golpes de verduguillo.
Marco Pérez cerró el cartel
Cerraba cartel Marco Pérez que volvió a Ciudad Real tras su paso el año pasado como novillero. Estuvo variado y con imaginación con el capote recibiendo a su primero con tafalleras, pero apenas poco que destacar con la muleta además el acero no estuvo certero.
Una oreja cortó al que cerraba el festejo tras media y estocada casi entera. Transmitiendo el salmantino poniéndole la pimienta que le faltaba al toro, templado y con ajuste en las telas. De haber acertado con la espada a la primera hubiera acompañado a sus compañeros de cartel por la Puerta Grande.




