Emergencia climática

Toledo (Toledo)

De vez en cuando está bien echar la vista atrás y recapitular las cosas que hacemos y decimos. Hoy llevo 113 intervenciones en el programa líder de las mañanas en la radio española: Hoy por Hoy. Está aventura la iniciamos en septiembre de 2022, hace ya tres años y repasando los temas de los que hemos hablado me he dado cuenta que las cosas o han variado poco o incluso han ido a peor.

Mi primera intervención iba sobre el verano de récord vivido en Toledo en el año 2022. Pues bien, los récords están para batirlos como ha sido este verano de 2025 que recordaremos como uno de los más calurosos vividos. Así, según los que toman y analizan los datos en nuestro país en relación a este tema: la AEMET, el mes de junio ha sido el más cálido de la serie histórica iniciada en 1961, con 3,6 grados por encima de la media para el periodo. Además, julio también tuvo un carácter cálido, con una temperatura media en la Península que supera en 0,7 grados la media de este mes en el periodo 1991-2020. Y no debemos olvidarnos de la ola de calor sufrida en agosto que se asemeja a aquella vivida en 2023. Todo esto se traduce en un incremento en la mortalidad de personas que sufren estas condiciones ambientales, se habla que han fallecido más de 3000 personas en España según los datos registrados por el Instituto de Salud Carlos III. Hablamos de mortalidad en humanos porque es lo que entendemos como más cercano: el cambio climático está matando personas por exceso de forma significativa.

Este verano será recordado por los incendios en España y Portugal. En nuestro país se han quemado más de 400.000 hectáreas lo que supone el peor año en las tres últimas décadas. Esta superficie equivale a un tercio de la provincia de Toledo. Por poner un ejemplo, hace tres años, en 2022, se quemaron 250.000 hectáreas y se consideraba el peor año registrado. Pues bien, en 2025 casi duplicamos este valor anterior. Sin embargo, algo sobre lo que no se pone mucho énfasis es que el cambio climático (las condiciones ambientales del verano de 2025) avivan estos incendios, pero lo importante que ya comentamos en junio es que según el último informe del Ministerio para la transición ecológica y el reto demográfico más de la mitad de estos incendios son intencionados y un tercio se deben a negligencias y accidentes humanos. Debería plantearse medidas efectivas como el cese de toda actividad económica o el tránsito de personas en el medio ambiente en los días de riesgo extremo de incendios en los que las condiciones meteorológicas como altas temperaturas, baja humedad y vientos fuertes se combinan, aumentando drásticamente la probabilidad de que un fuego se inicie y se propague rápidamente

Todo esto se enmarca en el concepto acuñado en 2019 de “emergencia climática” que no es más que la situación de crisis que describe la inminente amenaza del cambio climático y sus graves impactos en el medio ambiente y la vida humana debido a fenómenos meteorológicos extremos, aumentos del nivel del mar y pérdida de biodiversidad. El término enfatiza la necesidad urgente de tomar acciones inmediatas y decisivas para evitar un colapso climático y proteger el planeta. Uno puede decir, ¿Qué más nos falta por vivir? Pues bien, la temperatura del mar Mediterráneo está por encima de los registrado en las últimas décadas y esto es como gasolina para las futuras Danas que esperemos no lleguen.

Pero, ¿qué podemos hacer nosotros como conciudadanos? Todos conocemos que tenemos en nuestras manos acciones de pequeño calado que ayudan a mejorar la salud del planeta: uso eficiente de los recursos energéticos para minimizar la contaminación o practicar las 3R: Reducir, Reutilizar y Reciclar, un principio fundamental de la gestión de residuos y la sostenibilidad que busca minimizar la generación de basura mediante un consumo responsable. Sin embargo, desde mi punto de vista, lo que realmente urge es presionar a los que nos gobiernan para que adopten medidas efectivas para mitigar esta emergencia climática. Es tiempo para la acción para frenar este tren de amenazas en marcha porque frenarlo y revertir la situación nos va a llevar varias décadas.

Paisaje sonoro

Esta temporada os traemos una nueva sección que pretende afinar nuestros oídos y disfrutar de los sonidos que nos rodean. Este concepto fue acuñado por un profesor canadiense y se refiere al conjunto de sonidos que caracterizan un lugar, un momento o una actividad específica y que suponen una unidad estética percibida por el oído humano.

Iremos viendo distintos paisajes sonoros intentando descubrir y reconocer la parte de la biofonía, es decir los sonidos de los animales sobre la la geofonía (sonidos de elementos naturales como el viento o el agua) o la antropofonía (sonidos generados por el ser humano). Vamos a ver un ejemplo con el paisaje sonoro urbano.