Vuelta al cole

Toledo (Toledo)

Por fin ha llegado septiembre, yo diría que este mes es el gran lunes del año. Venimos de los meses del verano, de trasnochar, piscina y siesta. De repente, ya tienes que salir de casa por la mañana con la sudadera puesta.

Vuelve la rutina y el orden, cosa que agradezco sinceramente. Vuelve el momento de planificar todo al milímetro, porque ya no es verano, ya no cabe lugar para la improvisación. He de decir que llevo dos veranos diferentes, porque ya no tenemos que cuidar de las viñas y vendimiar, es una sensación a la que no me acostumbro todavía.

Vuelves a encontrarte con la gente que no has visto en todo el verano, es como volver al instituto y reencontrarte con los compañeros que no veías desde junio, te pones al día, pero no cómo antes. Ahora las conversaciones son de persona mayor, de trabajo y achaques, y si me apuran, un poco de cotilleo.

También ocurre en septiembre algo que siempre me hace gracia, o salgo muy abrigada de casa o salgo de verano total, no existe el término medio, para mí es como la época de carnaval, que todo vale. El temido cambio de armario se acerca.

Septiembre también tiene un poco de mes de enero, de primer lunes de enero. Empezamos todos con nuevos propósitos: dejar de fumar, volver a la rutina de deporte porque ya hace menos calor. A pesar de esto, ya tengo amigos muy fans de la barbacoa que proponen hacer unas gachas porque ya van apeteciendo con el frío.

En definitiva, septiembre es cómo montar en bici, solo que cuando llega el día 1, quitamos los ruedines y empezamos a rodar.