La migración que sostiene a la ganadería: "Somos los que más aguantamos"
La Escuela de Pastores de Castilla-La Mancha, con un 75 por ciento de alumnos migrantes, trata de paliar la falta de relevo generacional en el sector

La migración que sostiene a la ganadería "Somos los que más aguantamos"
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Ciudad Real
La migración se está convirtiendo en el salvavidas de la ganadería. La falta de relevo generacional amenaza la supervivencia de muchas explotaciones. Un reto al que trata de hacer frente la Escuela de Pastores de Castilla-La Mancha. Desde 2022, este recurso puesto en marcha por el Gobierno regional, ofrece cursos gratuitos y una bolsa de empleo con 180 perfiles en continua actualización. Una solución para los ganaderos que, desesperados, acuden a ella en busca de candidatos. “Se ven con el agua al cuello. O encuentran a alguien o en un mes tienen que cerrar. Son llamadas casi de socorro”, explica Pedro Luna, coordinador y profesor de la Escuela.
Por sus aulas itinerantes han pasado ya más de 400 alumnos, el 75 por ciento de ellos extracomunitarios. Buena parte de ellos, subsaharianos como Mouriba Diara, maliense de 25 años, que huyó de los conflictos y de la pobreza en su país y que desde hace varios meses pastor en una explotación ovina de Moral de Calatrava, en Ciudad Real. “En nuestro país apenas hemos estudiado. Solo primaria, así que tenemos que trabajar en lo que salga”, justifica Mouriba, solicitante de asilo en nuestro país y que llegó a la Escuela de Pastores derivado por Cruz Roja, una de las entidades que colabora con este programa.
Orlando Zapata, colombiano de 35 años, trabaja en un cebadero de Daimiel. “Si esto no se arregla, los ganaderos van a desaparecer”, asegura al denunciar las dificultades que muchos propietarios tienen para encontrar trabajadores “con papeles”. El 80 o el 90% de sus compañeros, explica, son migrantes como él. “Es la triste realidad, son trabajos que no quiere nadie". Benjamín Gutiérrez, boliviano de 53 años, es encargado de la explotación en la que trabaja Mouriba. El sector, dice, sobrevive gracias a ellos porque los españoles prefieren trabajos más cómodos. "En seis años solo he visto pasar por aquí a dos españoles y sólo aguantaron dos meses. No es un trabajo muy físico pero es constante porque el ganado no entiende de festivos", cuenta.

Alumnos en uno de los cursos de la Escuela de Pastores de Castilla-La Mancha / Cadena SER

Alumnos en uno de los cursos de la Escuela de Pastores de Castilla-La Mancha / Cadena SER
El problema de la vivienda
La falta de vivienda es uno de los obstáculos a los que se enfrentan empleadores y trabajadores. “Todo es mucho más fácil si la finca les ofrece la pernocta, si cuenta con vivienda, porque la mayoría de estos jóvenes no conducen. No se trata de ofrecerles un chalé, pero hay soluciones alternativas como cabañas, acondicionarles una cocina campera...", apunta. Pese a ello, celebra la acogida que la Escuela está teniendo entre los ganaderos. “Estamos muy contentos porque el 75% de las contrataciones fructifican”, pese al “recelo” que la empleabilidad de personas migrantes, reconoce, generaba al principio en buena parte del sector.
Luna subraya además el papel que estos migrantes tienen en el medio rural, donde ayudan a fijar población y a mantener vivo un oficio en extinción, clave también, recuerda, para mantener a raya el monte y prevenir incendios forestales: "El campo está sucio de pastos porque no hay suficiente carga ganadera y esa carga se gestiona con mano de obra dispuesta a trabajar en ella". Recuperar la ganadería extensiva es vital para mantener limpio el medio natural y en esa ecuación las personas migrantes, “a las que no se les van a caer los anillos por la situación que arrastran”, están sirviendo de sostén a muchos de estos territorios.

José C. Rejas
Redactor en SER Toledo desde 2021, se encarga de los informativos del fin de semana en la Cadena SER...




