Gustavo Torner: un legado inabarcable que trasciende el arte y la filosofía
El artista, que creó en Cuenca junto a Fernando Zóbel el Museo de Arte Abstracto Español, falleció en su ciudad a los cien años de edad

Gustavo Torner: un legado inabarcable que trasciende el arte y la filosofía
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Cuenca
El pasado 6 de septiembre fallecía en Cuenca, a los cien años de edad, Gustavo Torner, uno de los grandes artistas internacionales nacidos en la ciudad. Su pérdida ha despertado un sentimiento unánime de admiración y gratitud hacia un creador que, más allá de su faceta como pintor y escultor, dejó huella en múltiples disciplinas y contribuyó de manera decisiva a situar a Cuenca en el mapa del arte contemporáneo mundial.
“Torner era el último gran representante de la época gloriosa y dorada de Cuenca en el mundo del arte”, resume Jorge Monedero, profesor y colaborador cultural de SER Cuenca.
“Junto a Fernando Zóbel fue el responsable directo de la creación del Museo de Arte Abstracto Español en nuestra ciudad. Su trayectoria es inabarcable: desde la pintura y la escultura hasta el interiorismo, la escenografía teatral, la museografía o el diseño. Pero lo que unía todo era su búsqueda constante de la excelencia”.

Imagen de archivo del artista conquense Gustavo Torner. EFE/José Huesca. / José Huesca

Imagen de archivo del artista conquense Gustavo Torner. EFE/José Huesca. / José Huesca
Un artista filosófico y exigente
A diferencia de otros creadores de su generación, la obra de Torner nunca fue “fácil” ni “amable”, como recuerda Monedero: “Lo que él buscaba era su verdad, trasladar su mundo intelectual interior a sus piezas. Esa profundidad filosófica es lo que le diferencia en el panorama nacional. Quizá por eso tuvo menos difusión comercial, pero lo cierto es que nos puso en el mapa mundial”.
El prestigio de Torner se reflejó en encargos de enorme relevancia, como las vidrieras de la catedral de Cuenca, la reforma del Museo Diocesano, trabajos en el Museo del Prado o su asesoramiento durante más de tres décadas en la Fundación Juan March. “Es complicado encontrar una obra de Gustavo Torner que no alcance la excelencia”, subraya Monedero.
Gustavo Torner en su estudio de Cuenca en una foto de septiembre de 2007. / Cadena SER
Gustavo Torner en su estudio de Cuenca en una foto de septiembre de 2007. / Cadena SER
Una pieza angular para Cuenca
En los últimos años, la vida y la obra del artista estuvieron muy ligadas a la Fundación Torner, que custodia su legado en la iglesia desacralizada de San Pablo. Marta Torner, directora-gerente de la institución, destaca la magnitud de la pérdida: “Se va quizá la pieza angular del arte contemporáneo en Cuenca. Fue un referente y un modelo a seguir por su fidelidad a sí mismo y por el respeto a su obra”.
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Marta recuerda la dificultad que supuso abrirse camino en una ciudad de provincias como Cuenca en los años cincuenta: “Atreverse a pintar en ese contexto no era fácil. La relación con Antonio Saura le dio confianza y su crecimiento fue vertiginoso una vez que decidió dedicarse plenamente al arte”.
La Fundación prepara ahora la gran exposición de homenaje en el año de su centenario, que girará en torno a Vesalio, obra emblemática de la que el artista se sentía especialmente orgulloso. “Será un recorrido por los años sesenta y setenta, con piezas inéditas y el conjunto completo de Vesalio, que no se ha vuelto a mostrar desde hace décadas. Trabajamos con más ilusión que nunca para que sea un homenaje a la altura de lo que merece”, avanza Marta.
Además, el futuro del espacio Torner se presenta lleno de retos y oportunidades. La catalogación de su biblioteca personal, las cartas con intelectuales como Juan Eduardo Cirlot o su archivo fotográfico abrirán nuevas vías de investigación. “Nuestro trabajo será clave para mantener vivo ese legado y compartirlo con nuevas generaciones”, afirma Marta.
Exploracion limites-Persona XII-1992. Gustavo Torner VEGAP
Exploracion limites-Persona XII-1992. Gustavo Torner VEGAP
Una obra que gana con el tiempo
La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid rindió homenaje a Torner con la exposición Torner Centenario en la Academia, obra 1977-2008, comisariada por el historiador de arte Arturo Sagastibelza. “Su legado es amplísimo y resulta difícil de resumir. Pero serán su pintura, su escultura, sus dibujos y collages los que perduren. Son obras ricas, intensas, profundas, que van a seguir vigentes durante décadas”, explica.
Sagastibelza cree que el paso del tiempo jugará a favor de su obra: “Tengo la sensación de que va a envejecer muy bien. Es una creación abierta, inabarcable, que admite múltiples lecturas y que seguirá sorprendiendo a las generaciones futuras”.
Ejemplo de ello es el interés creciente de investigadores jóvenes. “En Cuenca, una ingeniera de Montes, María López, ha estudiado su labor forestal en la Serranía. Y en Madrid, un filósofo prepara un libro en el que demuestra que Torner merecería figurar también en la historia de la filosofía española. Eso da idea de lo inagotable que es su legado”, añade Sagastibelza.

Vidriera 'Creación del hombre' de Gustavo Torner en la catedral de Cuenca. / José María Rodríguez

Vidriera 'Creación del hombre' de Gustavo Torner en la catedral de Cuenca. / José María Rodríguez
La huella del ingeniero de Montes
Antes de consagrarse al arte, Gustavo Torner ejerció durante dos décadas como ingeniero de Montes en Cuenca y Teruel. Ese vínculo con la naturaleza marcó profundamente su mirada artística. La ingeniera María López, autora del trabajo fin de grado Un viaje pensando en Gustavo Torner, lo ha estudiado en detalle.
“Estuvo veinte años en contacto directo con el monte y eso se refleja en su obra”, explica López. “Cuando pasa de la pintura figurativa a la abstracción, utiliza materiales naturales, incorpora texturas de roca triturada o raíces de boj. Llega a pintar líquenes y cortezas con una precisión casi microscópica, fruto de esa mirada entrenada en el trabajo forestal”.
En la Serranía de Cuenca quedan tres intervenciones suyas poco conocidas: el refugio del Alto de la Vega, “de una singularidad arquitectónica notable”; el Monumento a la Madera, levantado con motivo del VI Congreso Mundial Forestal; y una pequeña intervención en la Fuente de la Tía Perra. “Son espacios en los que se aprecia su sensibilidad estética y su respeto por los materiales naturales”, destaca López.
Esa conexión entre naturaleza y arte se convertiría en una de las claves de su lenguaje plástico. “El paisaje fue para él un laboratorio. De la observación del monte surgieron sus paisajes abstractos, sus texturas, su universo visual”, resume la investigadora.

Monumento a la Madera, escultura de Gustavo Torner. / Paco Auñón

Monumento a la Madera, escultura de Gustavo Torner. / Paco Auñón
Un referente para siempre
La figura de Gustavo Torner se eleva, así, como un referente cultural, intelectual y humano para Cuenca y para el arte contemporáneo internacional. Su legado no se agota en sus cuadros ni en sus esculturas: atraviesa la museografía, la escenografía, el diseño, la investigación forestal y la reflexión filosófica.
Como concluye Jorge Monedero, “Cuenca debe recordarle, homenajearle y agradecerle lo que nos dio. Porque Gustavo Torner nos enseñó que desde una ciudad pequeña también se puede llegar al mundo entero”.

Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...




