Descubriendo nuevas especies

Toledo (Toledo)

La semana pasada hablamos sobre cuanta biodiversidad hay en nuestro país y vimos que en nuestro país tenemos unas 85.000 especies de animales y plantas lo que nos convierte en el país europeo con mayor biodiversidad, y uno de los países del mundo con más especies de animales y plantas.

Hoy vamos a contar un poco sobre el proceso que se realiza para “catalogar” una nueva especie. La disciplina científica que se encarga de catalogar las especies de animales y plantas se conoce como taxonomía que se enfoca en la clasificación, la nomenclatura, la evolución y la distribución de los distintos tipos de organismos en la Tierra. Esta ciencia se encarga de organizar los seres vivos en grupos basados en sus características y relaciones de parentesco, y de asignarles nombres científicos universales para evitar confusiones. Recordar aquí que la nomenclatura taxonómica es el sistema de reglas para nombrar a los seres vivos, que se basa en la clasificación jerárquica propuesta por Carlos Linneo. Este sistema, conocido como nomenclatura binominal, asigna a cada especie un nombre científico de dos partes en latín: un nombre genérico (escrito con mayúscula inicial) y un nombre específico (todo en minúsculas), generalmente en cursiva. Las categorías taxonómicas principales, ordenadas de lo más a lo menos general: Dominio, Reino, Filo o División, Clase, Orden, Familia, Género y Especie. Así para la especie Homo sapiens tenemos: Dominio: Eukarya, Reino: Animalia, Filo: Chordata, (cordados), Clase: Mammalia (mamíferos), Orden: Primates, Familia: Hominidae (homínidos), Género: Homo y Especie: Homo sapiens.

Además de este nombre científico los animales y plantas tienen sus nombres comunes que suelen ser locales. El nombre científico sirve para poder de acuerdo a personas con distinta lengua y saber de qué especie hablamos. Así, por ejemplo, Passer domesticus se llama de forma común como Gorrión común en castellano, Pardal comú en catalán, Etxe-txolarrea en euskera o House Sparrow en inglés.

¿Cómo podemos registrar el descubrimiento de una nueva especie? El proceso implica la descripción científica formal por parte de un experto, la publicación en una revista especializada, y la designación de ejemplares de referencia (holotipo y paratipos) depositados en un museo. Así cualquier investigador o persona interesada puede comparar ejemplares encontrados con el descrito y saber si es de la especie descubierta.

Los científicos que trabajan en taxonomía deben primero identificar un nuevo ejemplar con características únicas, designar un holotipo (un ejemplar de referencia) y varios paratipos que se depositan en un museo, y publicar una descripción detallada de sus características y el nuevo nombre en una revista científica especializada, y asegurar la publicación para que sea reconocida formalmente. El nombre científico compuesto por el género y especie (nomenclatura binomial) debe ser aceptado internacionalmente, siguiendo las reglas de la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica (ICZN; https://www.iczn.org/).

El Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) alberga más de 2.700 ejemplares tipo, de los cuales 350 son holotipos, que son especímenes únicos que sirvieron de base para la descripción de nuevas especies, y es uno de los valores más importantes de sus colecciones científicas. Estos ejemplares provienen de expediciones históricas y donaciones de investigadores. Por ejemplo, el MNCN (https://www.mncn.csic.es/es) conserva el holotipo de la rana Gastrotheca testudinea y de algunas esponjas marinas como Leucandra sulcata y Vosmaeropsis hispanica. El MNCN fue fundado en 1771 (¡hace 254 años) siendo uno de los Museos de Historia Natural más antiguos del mundo y una de las instituciones de investigación científica en el ámbito de las Ciencias Naturales más importante de Europa, debido principalmente al gran valor científico, histórico, taxonómico y taxidérmico de los ejemplares zoológicos y geológicos que conserva en sus colecciones.

Paisaje sonoro

Seguimos en un entorno urbano, en este caso de la ciudad de Toledo pero nos acercamos al río Tajo para escuchar el ruido del agua (geofonía) y tres especies que podemos descubrir en su entorno (biofonías): Ruiseñor bastardo (Cettia cetti) que le encontramos señalizando su territorio a los vecinos desde la ribera del río, el esquivo Avetorillo (Ixobrychus minutus) sujeto en la vegetación de la orilla intentado capturar algún pez y las Garcillas bueyeras (Bubulcusibis) de la isla de los Pájaros donde tienen una colonia de cría importante.

Museo Nacional de Ciencias Naturales

Hemos tenido la oportunidad de hablar con Pilar López, Vicedirectora de Comunicación y Cultura Científica del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) de Madrid. Con ella hemos repasado alguna de las actividades que se pueden realizar o ver en un espacio único que en Toledo tenemos muy cerca para poder organizar una visita.