De prioridades y banderas

Talavera de la Reina

Y entre tantas cosas, otra bandera. Esta vez de 25 metros de altura, con un coste que, según parece, superará los 100.000 euros. Supongo que, a partir del 12 de octubre, fecha señalada para la inauguración, la ciudad amanecerá más orgullosa de sí misma.

Supongo que, de repente, aumentará el sentimiento patrio y nos sentiremos todos un poco más españoles, un poco más defensores de lo “nuestro”. Aunque nunca quede demasiado claro qué significa exactamente eso.

Quizá sea una cuestión de prioridades. O quizá, más bien, de distracciones. Me cuesta pensar que, en este momento, aquí y ahora, en esta ciudad, lo realmente imprescindible fuese levantar otra bandera.

Para banderas, yo siempre recurro a una canción de Robe, el que fuera líder de Extremoduro. En Hoy renuncio al mundo canta: “Que en este tejado, la única bandera son sus bragas negras”.

O, si se prefiere, sus calzoncillos negros. Eso ya depende de cada cual y de sus pasiones. Y quizá, en esa bandera íntima y subversiva, haya más verdad y más honestidad que en cualquier ostentoso mástil.