Acoso escolar, un asunto de todos
Con la víctima están la comunidad educativa, la familia y unas secuelas que pueden acompañar de por vida
La mirada de Toledo: Acoso escolar, un asunto de todos (22/09/2025)
Toledo (Toledo)
Septiembre es sinónimo de vuelta al cole. Es como un enero para muchos, niñas, niños, adolescentes, profesorado, familias. Es tiempo de reencuentros, de estrenar agenda y de nuevos comienzos. Sin embargo, la ilusión que parece contagiar el inicio de curso no es así para todos. Para algunos, la ilusión se ensombrece con el miedo, el acoso escolar les acecha, sin más tregua que las vacaciones de verano.
El acoso escolar o bullying, si bien a mí me gusta más usar el primer término, no es un problema individual, es un fenómeno social. Se sostiene en dinámicas de poder y en diferencias físicas, culturales, de género, de orientación sexual, de capacidades. Se alimenta de prejuicios, de estigmas y de falta de empatía. Y sus consecuencias son graves, ansiedad, bajo rendimiento escolar, absentismo, depresión y, en los casos extremos, pensamientos suicidas e incluso suicidio. El acoso escolar es un asunto colectivo y no puede reducirse a un simple conflicto puntual, porque es una forma de violencia estructural.
Más del 10% del alumnado en España ha sufrido algún tipo de acoso escolar, lo que se traduce en que, en prácticamente cada aula hay, al menos, una víctima de acoso escolar. Alrededor de esa víctima están la comunidad educativa, la familia y unas secuelas que pueden acompañar de por vida. Más allá de esto, la reproducción de estos comportamientos en la vida adulta, siguiendo los mismos patrones. Lo vemos en otras formas de violencia muy presentes en la sociedad: violencia de género cuando la agresión es a la pareja o expareja; doméstica, cuando el maltrato se ejerce dentro del hogar; filo-parental, si es de hijos a progenitores; contra las personas mayores; acoso laboral, que no solo se ejerce por superiores sino también por compañeros y compañeras; LGTBIfobia; capacitismo…, es decir, distintas expresiones de un mismo problema, la normalización de la violencia hacia el otro.
El inicio de curso debería ser una oportunidad para crecer, para aprender, para descubrir quiénes somos y quiénes no queremos ser; y la escuela un lugar seguro, un espacio de confianza donde el respeto se convierta en bandera.
El acoso escolar no es inevitable, es prevenible, evitable y transformable. Y solo lo será si lo entendemos como lo que es, un asunto de todos.
Natalia Simón
Directora del departamento de Filosofía, Antropología,...Directora del departamento de Filosofía, Antropología, Sociología y Estética de la UCLM