Adiós a Mauricio Fernández Garza, el mecenas mexicano que se enamoró y se entregó a Almagro

Almagro ha trasladado sus condolencias a la familia del que ha sido su su mecenas más reciente, el empresario político y coleccionista mexicano, Mauricio Fernández Garza, el propietario del Palacio de los Marqueses de Torremejía de la capital encajera. Un espacio recuperado para el turismo, tras una reforma integral que impulsó él mismo, durante 3 años, junto a un equipo multidisciplinar de arquitectos, restauradores y expertos nacionales e internacionales.

El alcalde Francisco Ureña ya ha confirmado que se mantendrá el pleno extraordinario del 13 de octubre para nombrarlo, a título póstumo, hijo adoptivo en reconocimiento a su xtraordinaria labor de conservación patrimonial y vínculo afectivo con Almagro.

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Vínculo con Almagro

Su faceta de coleccionista de arte le llevó a descubrir Almagro y su conjunto histórico. Como explica el historiador local y arqueologo, que colaboró en la rehabilitación del Palacio, Isidro Hidalgo, en una subasta en Nueva York, donde acudió con su madre, en los años 70, adquirió un artesonado mudejar que databa del siglo XVI y resultó ser de la iglesia Nuestra Señora del Rosario de la localidad, la que fuera la antigua Universidad.

Desde entonces inició sus indagaciones para investigar la procedencia y por qué había llegado a América. Puso incluso un anuncio en el diario Lanza, buscando esa información, anuncio que también dio sus frutos. El artesonado se mantiene en su finca de Monterrey.

Hidalgo destaca la importancia de haber recuperado en una de las capitales más turísticas de la región, el Palacio de Torremejía. Se extiende por toda una manzana junto a otro edificio emblématico, -el palacio de Valdeparaíso-, en 2000 m2; llegó a ser utilizado como guardería y antes como escuela hogar para las niñas.

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Avanza que las instalaciones aspiran a formar parte de los monumentos BIC de la provincia, ya se ha iniciado, de hecho, la tramitación del expediente por parte de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha.

Recordemos que está ubicado en pleno casco histórico de Almagro, declarado conjunto histórico-artístico en 1972.