El pistacho español: de cultivo exótico a motor agroindustrial
España acelera su apuesta por el “oro verde”: el pistacho multiplica su superficie de cultivo y se prepara para liderar el mercado europeo.

Agróptimum / Carolina Martínez

El pistacho, cuyo nombre proviene del persa pisteh —sinónimo de fortuna y opulencia—, ha pasado de ser un fruto reservado a las cortes persas a convertirse en uno de los cultivos de mayor proyección en España. Un nuevo estudio de Agróptimum, dirigido por el economista y analista agronómico Juan Vilar, traza la primera radiografía exhaustiva del sector en nuestro país y revela un presente de expansión y un futuro prometedor.

Agróptimum / Carolina Martínez

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De Oriente Medio a Castilla-La Mancha
Originario de las montañas de Irán, Siria y Turquía, el pistacho llegó a España de la mano de los romanos hace casi dos mil años, aunque su consolidación comercial es reciente: no fue hasta la década de 1980 cuando comenzó a cultivarse de forma significativa. Hoy, España cuenta con más de 80.000 hectáreas dedicadas a este fruto (2024), frente a apenas 15.000 en 2016, con Castilla-La Mancha como epicentro de la producción (más del 80 % de la superficie nacional).
Un mercado global en expansión
El pistacho es ya un gigante agroalimentario. En 2024 se cultivaron 1,16 millones de hectáreas en el mundo, con Turquía, Irán y EE. UU. acaparando casi el 80 % de la superficie.
La producción global superó los 1,18 millones de toneladas, impulsada por un consumo creciente que roza los 1,1 millones de toneladas anuales, con Estados Unidos como primer consumidor y exportador.
España, aunque todavía un actor menor en cifras absolutas, se ha convertido en el líder europeo en crecimiento, posicionándose para sustituir de forma gradual las importaciones por producto nacional.

Agróptimum / Carolina Martínez

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El atractivo del pistacho
Según el informe, el pistacho ofrece una rentabilidad superior a otros cultivos leñosos tradicionales como el olivo, el viñedo o el almendro, gracias a su creciente demanda y a su capacidad para prosperar en secano. Su sistema radicular profundo le permite soportar sequías de hasta cinco años, una ventaja clave en un contexto de cambio climático.
Además, su versatilidad comercial lo convierte en un producto estrella: desde helados, turrones y salsas hasta aceite cosmético rico en antioxidantes. Incluso sus cáscaras encuentran usos innovadores, como filtros de carbón activado para la purificación de agua.

Pistacho / Carolina Martínez

Pistacho / Carolina Martínez
Ciencia y técnica
El estudio detalla las exigencias agronómicas del cultivo: climas secos con inviernos fríos, suelos bien drenados y podas estratégicas para maximizar la productividad. La elección de variedades —como Kerman, Sirora o Lost Hills— y portainjertos adecuados marca la diferencia entre una explotación rentable y otra deficitaria.
El riego por goteo, los injertos para ganar resistencia y las técnicas de polinización asistida, incluso mediante drones, son algunas de las innovaciones que están modernizando el sector.
Desafíos
El gran reto para España, advierte el informe, es la profesionalización de la cadena de valor. Aunque la superficie y la producción crecen, aún es necesario reforzar la formación técnica de agricultores y procesadores para garantizar un producto competitivo y sostenible.

Agróptimum / Carolina Martínez

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Un futuro verde y dorado
Las proyecciones apuntan a que la demanda mundial seguirá creciendo a un ritmo ligeramente superior al de la oferta. En este escenario, España no solo tiene asegurado su mercado interno, sino que puede aspirar a convertirse en un exportador relevante dentro de Europa.
Con su mezcla de tradición milenaria, alta rentabilidad y capacidad de adaptación a climas áridos, el pistacho se perfila como uno de los cultivos estrella de la agricultura española del siglo XXI.

Agróptimum / Carolina Martínez

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Agróptimum
Al frente de Agróptimum se encuentra su CEO Ángel Minaya, líder de una compañía que se ha consolidado como referencia europea en la producción de plantas de pistacho. La empresa opera con viveros altamente tecnificados que abarcan más de 75.000 metros cuadrados y una capacidad cercana al millón de plantas anuales, lo que le permite abastecer la creciente demanda con ejemplares homogéneos y de rápido desarrollo. Su modelo combina innovación en I+D+I, logística propia para un manejo seguro de las plantas y un seguimiento individualizado que garantiza calidad y una entrada temprana en producción en las explotaciones agrícolas.

Carolina Martínez
Natural de Albacete. Graduada en Periodismo especializado por la UCLM. Aprendió en Castilla-La Mancha...




