Ser buena persona, pero sin que se note

Toledo (Toledo)

Ahora resulta que, si te importa el planeta, eres woke.

Si no haces chistes machistas, woke.

Si te molesta que a los migrantes los traten mal, woke.

Si crees que los derechos no son opcionales, woke.

Y si te atreves a decirlo en voz alta… ya eres parte del problema.

Todo lo que antes era simplemente ser buena persona, ahora lo llaman woke.

Como si preocuparse por los demás fuera una moda.

Como si la empatía tuviera fecha de caducidad.

Como si la conciencia social fuera postureo.

Y claro, como el término ya viene con sarcasmo incorporado, pues mejor callarse.

No vaya a ser que por defender lo justo te tachen de exagerada, de intensa, de ideóloga.

Pero qué curioso: los mismos que se burlan del wokeismo, luego presumen de valores.

De familia, de respeto, de tradición.

Eso sí, sin que se les note mucho. No vaya a ser que parezcan… buena gente.

Yo, por mi parte, seguiré siendo buena persona.

Aunque me llamen woke. Aunque les moleste. Aunque no les encaje en su relato.

Porque si defender derechos, denunciar abusos y exigir justicia es ser woke…entonces que lo publiquen en el BOE.