La venta e información de los autobuses turísticos de Toledo solo se podrá realizar en la Cuesta de los Capuchinos

El Ayuntamiento de Toledo ha comenzado la licitación de las nuevas autorizaciones para el servicio de autobús turístico en la ciudad. Una autorización cuya vigencia será de dos años, con posibilidad de dos prórrogas de un año cada una de ellas.

Un autobús turístico en Toledo que contará con 13 paradas, partiendo desde la Cuesta de los Capuchinos, como lo hace actualmente. Un itinerario en el que se incluye la vista panorámica del Valle, la Puerta de Bisagra o el Puente de San Martín, entre otros emplazamientos. Además, se matiza que la venta de los billetes solo puede realizarse en la Cuesta de los Capuchinos o en el propio autobús.

De hecho, según se recoge en este contrato, no podrán ubicar un punto de información en la Plaza de Zocodover, como lleva haciendo estos últimos años la empresa adjudicataria de este servicio. También, se contará con la posibilidad de operar con hasta dos autobuses simultáneos, pero no deben coincidir nunca a la vez en el mismo espacio.

Unos vehículos que deben adaptarse a la morfología de Toledo y cumplir con la normativa medioambiental, así como con los requisitos marcados en la Zona de Bajas Emisiones. Una ZBE que se espera que entre en vigor a finales de este 2025, aunque se cuentan con numerosas moratorias hasta 2030. Por ello, se recomienda que sean autobuses eléctricos. También, se valorará que la empresa concesionaria realice campañas de promoción de Toledo en autobuses turísticos de otras ciudades, ya sean españolas o del extranjero.

En cuanto al horario de actividad, como norma general, será de 10 de la mañana a la medianoche. También, se recoge en el pliego de condiciones que la Junta de Gobierno Local podría modificar el recorrido por motivos de orden público, movilidad, seguridad, obras o cualquier otro motivo justificado de interés público. De hecho, el propio adjudicatario podría, también, modificar ese itinerario.

Precisamente, en algunas ocasiones, las asociaciones vecinales del Casco Histórico han mostrado su malestar porque esos autobuses turísticos pueden seguir estacionando junto al Alcázar de Toledo, cuando los autobuses urbanos son derivados a las dársenas de Safont. Una circunstancia que ya ocurrió cuando se acometieron trabajos de asfaltado en el entorno de la Puerta de Bisagra.