Los lunes al SER: de psicólogo a fontanero pasando por jardinero o transportista en la nieve

Toledo (Toledo)

No quedan muchos porteros en Toledo. Este lunes hemos conocido a Carlos, que lleva un cuarto de siglo ejerciendo esta labor en varias comunidades de vecinos en la capital de Castilla-La Mancha. No puede trabajar solo en una porque es autónomo, ya que "las comunidades quieren ahorrarse un contrato, seguridad social, etc. y tuve que hacerme mi propio jefe".

Desde las siete y media de la mañana hace de todo y siempre con buena cara para atender diferentes labores que van desde la limpieza general y jardinería a atención de personal externo como carteros o mensajeros, arreglo de alguna instalación, atención a vecindario, dar una vuelta por el garaje por si hay algo extraño...y así todos los días.

Carlos ha pasado por muchos momentos pero "ninguno como Filomena" porque al estar esta comunidad en una cuesta se dedicó casi día y noche a quitar nieve y picar hielo o aprovechando que su coche es todoterreno "para hacer alguna ayuda a los propios vecinos". No menos recordado fue la pandemia y su confinamiento, pues para muchos vecinos fue la única cara que veían al día aunque fuera desde la distancia.

No todo son buenas caras pues reconoce que a veces hay gente muy desagradecida y "se fijan en el rincón que no está perfecto y no en todo el trabajo realizado en el resto de la finca". Los hay que también "se acuerdan de mi en Navidad y me hacen algún regalo" y eso siempre se agradece.

Su trabajo tiene algo de psicólogo, pues trata al día con mucha gente, con distinto humor, con edades diferentes o con situaciones que a veces pueden ser complicadas. Pero en líneas generales se maneja sin problema, conocedor que su oficio cada vez está desapareciendo y "quedamos pocos en una ciudad como Toledo". Con 52 años y media vida dedicado a ello no tiene miedo a lo que pueda pasar en el futuro pero sabe que -de momento- su trabajo es importante y necesario para muchas personas en la capital.