La AP41: ¿Inocentada o 'imbecilidad'? 20 años de una carretera que no descongestiona el trayecto entre Toledo y Madrid

Toledo (Toledo)

Tan cerca y tan lejos. Miles de toledanos tardan cada día horas en llegar a Madrid por culpa de los atascos en la A42. Mientras ven por sus ventanas una AP41 vacía que está a punto de cumplir 20 años de casi nula actividad con pérdidas de dos millones de euros al año.

Como si fuera una inocentada, el 28 de diciembre de 2006 se puso en funcionamiento la autopista de peaje AP41 que buscaba descongestionar una A42 que cada día soporta 40.000 viajes entre Toledo y Madrid (90.000 si hablamos de la parte de la carretera que ya está en la comunidad vecina). Se buscaba acoger a unos 25.000 turismos diarios, pero los datos dicen que apenas se llegan a 2.000. La empresa que la gestionaba quebró en 2012 y el Estado la rescató en 2019.

Comparación con Asturias

El pasado 17 de octubre 5.000 personas se manifestaron en Oviedo para pedir la liberalización de la AP66, conocida como la de Huerna. Aquí en Castilla-La Mancha tan solo ha habido declaraciones políticas, que eso sí, coinciden en la necesidad de liberalizar la AP41. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page llegó a tildar de 'imbecilidad' lo hecho cuando se creó esta carretera y defiende abrir a la gratuidad este trazado antes que hacer un tercer carril a la altura de la localidad madrileña de Parla.

¿Está en la agenda del Gobierno?

La Delegada del Gobierno en la región, Milagros Tolón, pasaba el martes de puntillas en La SER sobre este asunto: "Es un tema muy importante y está en la agenda del Gobierno". Un día después, en el Congreso, el ministro Óscar Puente defendió que la política del Ejecutivo es la de no renovar concesiones de peajes, habiéndolo hecho ya en 1.000 de un total de 2.400 kilómetros de peaje en España. En cualquier caso, y refiriéndose al caso asturiano, dijo que sería muy caro revertir la actual situación y defendió las bonificaciones existentes en la actualidad.

En el caso toledano, municipios como Olías del Rey o Illescas han contado en los últimos años con medidas compensatorias para sus empadronados a través del Via T. En Toledo su alcalde Carlos Velázquez volvió a pedir este verano liberar la AP41 de forma definitiva pero sobre todo en días de fallos ferroviarios que provocan caos en la ciudad para muchas personas trabajadoras.

La concesión de esta AP41 que ahora gestiona una empresa pública llega hasta 2032. Mientras miles de trabajadores tardan cada día en hacer 80 kilómetros hasta más de dos horas, tienen al lado una carretera casi desierta de más de 50 kilómetros que más allá de por su día de estreno, suena a inocentada.