Opinión

"Quien ha hecho la Ley nos exige solucionar nuestros problemas sin acudir a la Administración de Justicia. Pero ellos legales son los que menos diálogo han mostrado"

'Predicar y dar trigo', la firma de opinión del abogado y decano del Colegio de la Abogacía de Albacete, Albino Escribano

'Predicar y dar trigo', la firma de Albino Escribano

Albacete

En los últimos tiempos, habrán observado como todo está bastante revuelto en el ámbito jurídico, merced a ciertas disposiciones que adolecen de la estructura necesaria para una aplicación igualitaria que lograse la necesaria seguridad jurídica. Es necesario que tengamos la certeza de que determinadas cosas son como son, independientemente de donde nos encontremos, y que no dependan de la opinión, a veces caprichosa o muy cuestionable, de una persona.

Así ocurre con la Ley Orgánica 1/2025, Ley de Eficiencia del Servicio Público de Justicia, publicada a comienzos del presente año, que establece, para la mayoría de los procedimientos civiles, un requisito de procedibilidad, sin cuyo cumplimiento no se admitirán las demandas.

Se trata de que previamente a llegar a la Administración de Justicia, las partes han de acreditar documentalmente que han negociado de buena fe sobre el particular que supone la discusión entre ellas. Sin discutir la bondad de la idea, parece adolecer de una excesiva buena intención, como si nuestro legislador no supiese como funciona el mundo.

Así, para empezar, y ante la falta de concreción de la Ley, cada uno está interpretando ese requisito como quiere, lo que da lugar a la inadmisión de demandas por no cumplir el requisito. También hay quien previamente, impide la posibilidad de la negociación y con ello da lugar a la dilación en la resolución del problema. El Parlamento de Cataluña ya ha pedido que no se aplique a determinados procedimientos. Y reputadas asociaciones profesionales que tampoco se aplique en otros.

Se abre, no obstante, una puerta a la esperanza, ya que las Audiencias Provinciales están respondiendo con mucha sensatez a los recursos planteados, poniendo las cosas en su sitio. Es insuficiente, pero algo es algo.

Curiosamente, quien ha hecho la Ley, nuestros representantes, nos exigen buena fe y disposición favorable a la solución de nuestros problemas, evitando ir a la Administración de Justicia. Sin embargo, quizá nos encontremos ante los representantes que menos diálogo han mostrado en nuestra reciente historia democrática y que más han apelado a la Administración de Justicia para resolver sus disputas.

Está claro que una cosa es predicar y otra dar trigo.

Hoy por Hoy Albacete (22/10/2025)