Cambiamos de hora, no de vida

Talavera de la Reina

Ya está. Cambiamos la hora. Y, por diferentes razones, nos ha dejado a todos un poco descolocados.

Porque entre relojes que se retrasan, móviles que se actualizan solos y cuerpos que siguen viviendo en el horario anterior, cuesta saber si dormimos una hora más, una menos o simplemente peor. Y encima el clásico.

Dicen que el cambio de hora es histórico: España vuelve a su horario natural, en línea con Portugal y Canarias. Pero seguimos igual de tarde para todo: desayunamos con sueño, almorzamos con prisas y cenamos cuando el sol ya se ha jubilado.

Y mientras tanto, miramos el reloj para llegar a todo: trabajo, casa, familia, niños, amigas, deporte, vida social..., da igual una hora más que menos, al final seguimos sin llegar.

El tiempo, ese compañero que nos marca la vida. Del que se dice que es el mejor y más valioso regalo.

Seguimos corriendo detrás de él, del sueño, de mejor vida.

Quizá el problema no sea el huso horario. Es lunes.