El Deportivo Guadalajara revive su espíritu pasando de fase en la Copa del Rey

Estadio Pedro Escartín

Magia copera en el Pedro Escartín, es lo que se vivió anoche en la primera ronda de la Copa del Rey con un Deportivo Guadalajara que se quitó los lastres que había dejado la ultima jornada liguera.

Un 2-1 en beneficio de los morados frente a un Club Polideportivo Cacereño que también intentó llevarse la copa a casa, fueron goles de Neskes en el minuto 40, y de Samu Mayo en el 83 los que demostraron que los morados venían a jugar y a competir de nivel. Un equipo que fue de menos a más, el encuentro comenzó con mucha equidad y alternancia, el Careño con presión alta intentando robar los errores del Dépor, y los del Guadalajara midiendo las jugadas. En el minuto 21 el colegiado pitaba la pena máxima en beneficio de los extremeños, un penalti que Dani Vicente, que estrenaba titularidad en este encuentro, paraba con solvencia, convirtiéndose en uno de los nombres del partido.

A 5 minutos del 40, el árbitro pitaba otro penalti esta vez en favor de los morados, que Neskes lanzaría desde los once metros para dejarlo al fondo de la red. Con esto los de Pere Martí se iban a los vestuarios con otro talante, después del tiempo muerto el Cacereño buscó el empate con insistencia, pero sería en el 83' cuando Samu Mayo daría esa efectividad en el marcador dejando el 2-0.

Aún así, el tramo final trajo la expulsión de Julio Martínez con doble amarilla, y el gol del Cacereño sellando el 2-1.

En definitiva, más allá del resultado y del pase de ronda, lo verdaderamente valioso que deja esta noche copera en el Pedro Escartín es la recuperación de la confianza. El Deportivo Guadalajara volvió a sentirse equipo, mostró carácter y dio minutos de calidad a jugadores que habitualmente tienen menos protagonismo, pero que demostraron estar preparados para responder.