La presa y la balsa que propone la Confederación para evitar inundaciones en Letur no estarán hasta dentro de 5 años
Los estudios técnicos, medioambientales, económicos y geomorfológicos consideran que éstas son las propuestas que mejor se adaptan a las necesidades que presenta Letur, para evitar las consecuencias acaecidas en el episodio de la DANA de octubre de 2024
"Las obras en Letur no estarán hasta dentro de 5 años": Mario Urrea, presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura
En 5 años, la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) espera que hayan finalizado las obras de la presa y embalse de laminación aguas arriba en Letur. Tras licitarse las obras del encauzamiento en unos dos años, según la previsión.
La reconstrucción pasa, sin duda, por los trabajos hidrogeológicos. La Confederación Hidrográfica del Segura, la competente en la zona, anunció hace unos meses la construcción para minimizar el riesgo de inundaciones en el municipio.
Proyecto que pasará a exposición pública en noviembre. Aunque el presidente de la confederación, Mario Urrea, ha explicado en la SER que "la presa no estará construida antes de 3 años. Y la balsa, no antes de 5".
Los estudios técnicos, medioambientales, económicos y geomorfológicos consideran que estas son las propuestas que mejor se adaptan a las necesidades que presenta Letur, para evitar las consecuencias acaecidas en el episodio de la DANA de octubre de 2024, según la propia Confederación.
- De manera que se actuaría en dos puntos concretos del municipio: a 7 km aguas arriba del casco urbano, con la presa y el embalse de laminación. Esta infraestructura tendría capacidad para retener un volumen de agua de unos 2 hectómetros cúbicos y podría laminar las escorrentías del 85% por cierto de la cuenca vertiente en el municipio
- dentro del casco urbano de Letur, para evitar que el agua que discurre por el arroyo que atraviesa la población pueda tener los efectos devastadores en episodios de lluvias intensas, dotándolo de mayor capacidad hidráulica
ENTREVISTA COMPLETA
A mitad de julio anunció la CHS que, entre otras cosas, se iba a construir una presa y un embalse de laminación aguas arribas en Letur. Eran algunas de las propuestas que hacía, planteando también reconfigurar y prolongar el encauzamiento que ya existe del propio río en el tramo urbano.
Lo que pretendemos con este tipo de actuaciones es minorar el riesgo, siempre digo lo mismo, el riesgo cero no existe, vamos a procurar, sí, porque la meteorología es aleatoria, nos ha caído el 29 de octubre de 2024 una cantidad de agua impresionante, pero nadie nos garantiza que en el futuro no pueda caer incluso más.
Por lo tanto, nosotros trabajamos con la información hidrológica estadística y, con eso, dimensionamos en función de las características de, en este caso, el terreno, la capacidad del terreno, la capacidad de poder hacer embalses o no, hasta el máximo que podemos llegar. Y eso es lo primero que le contamos a los vecinos de Letur el 17 de julio.
En breves días vamos a poder sacar a un proceso de participación pública lo que hemos denominado "la propuesta de plan para la recuperación y minoración del riesgo frente a las inundaciones en el municipio".
¿Qué es lo que recoge o qué es lo que va a incluir?
Pues recoge la descripción del fenómeno para comprender el porqué hacemos las obras que planteamos, las actuaciones que ya hemos realizado. Quiero recordar que han sido unas ayudas para todo el ciclo integral, del ciclo urbano del agua, de 3,8 millones de euros, a lo que sumamos, pues casi los 2 millones de euros de obra de emergencia que es lo que ha permitido recuperar el encauzamiento actual del tramo urbano, así como recuperar el dominio público que se vio brutalmente afectado tanto aguas arriba del casco urbano como aguas abajo.
Lo único que pretende es ayudar en lo que ha sucedido y recuperar lo que teníamos. Este plan lo que lleva son las dos obras que has citado: por un lado, hacer un nuevo encauzamiento con una mayor capacidad que permita vehicular una cantidad de agua similar a la que cayó en octubre del año pasado y que hemos valorado en el entorno de los 15 millones de euros.
En segundo lugar, quiero que los oyentes comprendan que lo que circuló por el casco del Letur fueron del entorno de 200-250 metros cúbicos por segundo, esa es la capacidad que tiene el río Segura en el encauzamiento de Orihuela, es decir, es una cantidad brutal para un pueblo que tiene las dimensiones que tiene. El río Segura en Murcia tiene una capacidad de 400 m3 por segundo, más de la mitad pasaron por las calles de Letur.
Por lo tanto, creemos que con esa obra no va a ser suficiente porque sigue siendo una cantidad muy importante que la podemos llevar encauzada.
Ver pasar esa cantidad de agua por sus casas, en un futuro episodio, pues no es fácil, y por ello es por lo que hemos proyectado una segunda actuación: la presa de laminación aguas arriba, permitirá que esos 250 m3 por segundo se reduzcan casi a la mitad, es decir, al entorno de 130 m3 que pasará mucho más fácilmente por el nuevo encauzamiento
¿Plazos para poder ejecutar estas obras y sobre todo, para que estén terminadas?
Cuesta mucho trasladarle a los vecinos que, lamentablemente, estas grandes obras necesitan una tramitación que no siempre es fácil, es dinero público y hay que justificarlo muy bien.
Si tras esta reunión que podemos mantener a lo largo del mes de noviembre, hay un consenso muy elevado, nosotros nos ponemos inmediatamente a redactar los dos proyectos.
Creemos que en 2 años el encauzamiento podría estar licitándose. La presa creemos que necesitará algo más porque tiene unas condiciones medioambientales que nos obligarán a hacer una tramitación compleja y nos alargará un poco más el plazo, pero yo entiendo que en unos 5 años tendríamos que dejar este tema resuelto. En 5 años que esté todo hecho.
Conocemos cómo funciona la administración y cuando además es una competencia que incluso puede afectar a hasta dos comunidades autónomas, por la parte de Moratalla y la de aquí de Albacete.
¿5 años para tenerlo todo?
En torno a dos años y pico para licitar la primera parte y esa obra habrá que hacerla probablemente otro año, o sea que, probablemente, hasta dentro de tres años la primera parte no esté terminada. Y hasta dentro de cinco, la segunda.
Pueden suceder nuevas riadas, entendemos que con la obra de emergencia que hemos hecho hemos recuperado bastante la capacidad, pero evidentemente, si viniera otra con la magnitud de lo que vino, pues estaríamos en una posición ligeramente mejor, pero no evitaríamos los desbordamientos.
Ahora mismo no hay en la Administración española un procedimiento para poder acortar esos plazos de manera muy importante.
Esto es lo que se está haciendo y lo que se va a hacer, estos son los plazos,... pero ¿qué pasó hace un año y por qué?
Cayó una cantidad de agua brutal en una zona geográficamente muy pequeña y en un tiempo, a su vez, muy corto, es decir, no había antecedentes en la estadística hidrológica de que hubiera caído una cantidad de agua de esa magnitud.
Por dar unos datos, las precipitaciones fueron del entorno de entre 200 y 250 mm, litros por metro cuadrado. Y la precipitación media en la cuenca del Segura en un año son 350, es decir, cayeron en un día esa cantidad de agua que es casi las dos terceras partes de lo que cae en un año.
Pero, además, con la agravante de que la mitad de esa cantidad de agua cayó entre las 10 y las 14 horas: mucha agua en muy poco tiempo, en un espacio geográfico muy reducido.
¿Se podía haber alertado de alguna manera?
Muy difícilmente porque, como he venido explicando, con la topografía y la orografía, no hay tiempo de respuesta, el agua coge una energía muy importante y se dirige aguas abajo arrasando todo lo que pilla.
Vamos a intentar mejorar algo más los posibles sistemas de sensorización, pero como digo, si se produce un fenómeno de esta naturaleza, los tiempos de respuesta no llegan.
¿De quién es la competencia de los barrancos? Porque es parte del problema que se está debatiendo en Valencia y aquí incluso también. Sabemos que el agua cayó principalmente en la zona de Moratalla, que es otra comunidad autónoma, que será otra competencia a nivel estatal.
Vamos a incrementar esa cantidad de pluviómetros, pero yo creo que entenderán que son 2.000 km2 lo que tiene la cuenca del Segura. Desgraciadamente, la experiencia nos demuestra que pueden pasar cosas como las que pasaron. Dicho eso, lo que tenemos es que continuar con el incremento de la sensorización y mejorar las comunicaciones.
En ese episodio, el sistema automático de información hidrológica mandó las alertas que tiene que mandar por su configuración a las distintas comunidades autónomas, a los representantes o competentes de protección civil. Lo que pasa es que, desgraciadamente, como digo, fue en un tiempo muy corto. Y el tiempo de reacción del que disponen los técnicos de protección civil, pues también fue insuficiente.