"No podemos permitir la violación del derecho internacional. Siendo egoístas defender los derechos humanos es como actuar en defensa propia"
'Derechos ganados, derechos en riesgo', la firma de opinión de Évelin R. Molano, activista y voluntaria de distintas organizaciones, fundaciones y colectivos en defensa de los Derechos Humanos, Sociales, Económicos, Culturales y Ambientales

'Derechos ganados, derechos en riesgo', Évelin Molano
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Albacete
El derecho a la vida y a la libertad, el derecho a no ser sometido a esclavitud ni torturas, el derecho a la libertad de opinión y de expresión, el derecho a la educación y al trabajo, el derecho a un nivel de vida adecuado que asegure la salud y el bienestar. Los derechos, esos que nos resultan tan obvios y tan merecidos.
Los derechos humanos son universales, se aplican a todas las personas en el mundo, sin importar su nacionalidad, género, raza, religión o condición social, son inalienables, no pueden ser negados ni retirados, son indivisibles, todos al mismo nivel jerárquico y se interrelacionan entre sí, el disfrute de uno puede depender del cumplimiento de otro, y son para todas las personas sin discriminación.
Esta es la carta de normas que firmó la humanidad para asegurarse de no repetir las atrocidades de la II Guerra Mundial.
Los derechos humanos son reconocidos y protegidos por el derecho internacional, que exige a los Estados que garanticen el respeto, la protección y la realización de estos derechos. Las personas también tenemos responsabilidades, como hacer valer nuestros propios derechos y respetar los derechos de los demás.
Y esto que parece tan obvio, tan asumido, que lo damos por hecho prácticamente desde el momento en que nacemos está en riesgo, aquello que consideramos normal podría dejar de serlo y esto nos debería poner en alerta como humanidad.
Los conflictos y la violencia en Sudán, Ucrania y Gaza, resultan en atrocidades, asesinatos y desplazamientos forzados; la represión y restricción de libertades en Corea del Norte, Eritrea, y Venezuela, donde se restringe la libertad de expresión y las detenciones arbitrarias y torturas son comunes o la vulneración de derechos de grupos específicos, como las mujeres y niñas en Afganistán, donde se les niega el acceso a la educación, o los periodistas en países como Colombia donde son asesinados por informar, estos son algunos ejemplos claros de que vivimos una crisis y falta de respecto a los derechos humanos casi que a diario.
Y da igual donde vivamos, al parecer eso ya no es tan significativo para que se violen los derechos humanos, un día podríamos despertarnos sin poder salir de casa o acceder a la educación, sin poder votar ni ser elegido, siendo perseguidas o encarcelados por nuestras ideas o por nuestra orientación sexual.
Vivimos un momento en el que los gobiernos deberían respetar y defender los derechos humanos universales con más fuerza y urgencia que nunca, y las personas y la sociedad civil deberíamos mantenernos firmes a la hora de exigirles que rindan cuentas.
Nos deberíamos preocupar por el aumento del autoritarismo que quiere convertir la deshumanización en doctrina.
Tenemos que resistir. No podemos permitir que las normas internacionales construidas durante décadas, en el marco del respeto a las libertades y la diferencia, se desmoronen ante nuestros ojos. No podemos permitir la violación del derecho internacional. Siendo infinitamente egoístas defender los derechos humanos es casi que actuar en defensa propia.
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Hoy por Hoy Albacete (10/11/2025)

Évelin R. Molano
Colombiana, hija adoptiva de Albacete desde hace 18 años, Licenciada en Ciencias Políticas, MBA Executive...




