Luces encendidas, bolsillos vaciados

Toledo (Toledo)

Este año la Navidad se nos ha adelantado más que nunca. Vigo, como siempre, encenderá sus luces el 15 de noviembre y Toledo solo una semana después, el 22. ¡Nunca habían estado tan cerca!

¿Por qué tanta prisa? Hay varias razones.

Primero, el turismo: encender antes significa atraer más visitantes, más compras, más movimiento. Vigo, por ejemplo, espera llenar sus hoteles ese fin de semana.

Segundo, la competencia entre ciudades. Ya no se trata solo de poner luces bonitas, sino de quién tiene más, quién las pone antes, quién sale más en redes. Es casi una carrera navideña.

Y tercero, la psicología del consumidor. Cuanto antes se activa el espíritu navideño, más tiempo tenemos para comprar, planear cenas, y dejarnos llevar por la magia… o por el marketing.

Pero también hay que decirlo: no todo el mundo vive esta anticipación con alegría. Para muchas personas, ver las luces encendidas tan pronto, cuando apenas pueden llegar a fin de mes, no es ilusión, es presión. Es un recordatorio de lo que no podrán permitirse.

Así que este año, cuando veamos las luces brillar en noviembre, pensemos también en eso. En que la Navidad debería ser luz para todos, no solo un escaparate.