La magia de no hacer fotos
Ratos compartidos y los recuerdos, son infinitamente de mejor calidad que el montón de megapíxeles
La mirada de Toledo: La magia de no hacer fotos (14/11/2025)
Toledo (Toledo)
Vivimos rodeados de imágenes y de vídeos, está todo listo y preparado para ser fotografiado, filmado, archivado, y compartido. Parece que no cuentan las cosas en la vida como hechas si no quedan inmortalizadas.
Todos hemos intentado empezar a comer y hemos tenido que parar porque algún amigo necesitaba una foto para poder subirla a las historias de Instagram, hemos tenido que posar durante un buen rato para una foto grupal, porque no salía como todos esperábamos. Parece que ya no existe la espontaneidad.
Yo, sigo siendo una fiel defensora de aquello que no fotografiamos o filmamos, de la emoción que experimentamos en ese momento, podría asegurar, que los recuerdo que tienen mayor nitidez, son los momentos que no he fotografiado. Creo, que la clave reside en ese tipo de emociones y sentimientos que la cámara no puede fotografiar.
Además, creo también, que esa clase de recuerdos no necesita filtros, ni encuadres especiales, lo recordamos de manera perfecta, podría decirse incluso, que en momentos malos, cuando recordamos aquello que no ha sido plasmado en una foto, sentimos un sensación de paz, de algo perfecto, ese recuerdo que evocamos, nos hace experimentar de alguna manera las mismas emociones de ese momento.
Estamos condicionando nuestra realidad y lo que exponemos sobre nuestras vidas continuamente, ya hacemos fotos pero no para subirlas, que avisamos que no van a ser compartidas en ningún sitio, solo para guardarlas. Tengo el recuerdo de ir a conciertos, donde las emociones están a flor de piel, y ver personas más mayores disfrutando sin grabar, y la gente más joven, preparada con el flash para inmortalizar todo, viendo ese evento a través de su pequeña pantalla en lugar de mirar al horizonte y disfrutar.
Hay momentos que no necesitan flash, siempre me acuerdo de las cámaras de fotos de antes, cuando había que elegir el momento idóneo de luz, porque si no, se gastaba el carretere, cuando las fotos se revelaban, alguna se ponía en un marco y el resto a un álbum, ya hemos perdido esa costumbre, y nos cuesta imprimir esas fotos.
Yo, que hago todo lo posible por resistirme a estas cosas, porque no me salen, me sigo quedando con el sistema antiguo, protestando cuando todo el mundo saca los teléfonos para inmortalizar y haciendo apología de que los ratos compartidos y los recuerdos, son infinitamente de mejor calidad que el montón de megapíxeles.
Eva Marín de la Fuente
Presidenta de Asaja Joven, agricultora y Lda....Presidenta de Asaja Joven, agricultora y Lda. en Publicidad y RRPP