Lo mató de madrugada y a golpes: "tenía claro que el hombre no iba a estar vivo", el asesino de "el abuelo" de Ugena reconoce los hechos

El jurado popular ha determinado por unanimidad, culpable a A.K.G por el delito de asesinato. Se han contemplado por unanimidad del jurado también los atenuantes de reparación del daño y confesión. Además, se han negado a la suspensión de la pena e indulto, también por unanimidad.

En cuanto a la persona implicada en el crimen, la encargada de hacer desaparecer la ropa del asesino manchada de sangre y que corresponde a R.E.G, a esta persona no se le ha podido juzgar por estar en rebeldía, es decir, por haberse ausentado injustificadamente al juicio.

Respecto a la menor de edad, de esta no se ha hablado en el juicio porque por su edad en el momento de los hechos, el caso está siendo llevado por el Juzgado de Menores.

12 años y medio de prisión

Finalmente, el asesino pagará sus hechos con 12 años y 6 meses de prisión por matar a golpes y con descargas eléctricas de una linterna táser a otro hombre de 67 años en Ugena (Toledo) el 23 de febrero de 2021.

Se le reducen 8 años de cárcel respecto a lo que pedía la fiscalía al inicio, al aplicarle la atenuante de confesión y de reparación del daño, ya que ha quedado acreditado que el investigado ha consignado 6.000 euros en concepto de responsabilidad civil.

Tres implicados y un asesinato

"No es la misma persona que la de hace cuatro años", ha explicado la defensa sobre su cliente. Cliente que corresponde a A.K.S y que está acusado de matar a J.R.D, conocido como 'Santiago el Abuelo" una madrugada de febrero de 2021, sobre las dos y media de la madrugada.

Lo hizo acompañado de Marta, entonces su novia, una chica menor de edad, le mató a golpes mientras el hombre andaba de espaldas y estaba despistado.

Además, hay un tercer implicado en esta historia, R.G.E, para el que el Ministerio Fiscal pide 1 año de prisión por un delito de encubrimiento.

Asegura solo haber usado la linterna "para dar golpes"

En la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Toledo que ha acogido este lunes el juicio, con jurado popular, el procesado ha explicado en la vista oral que días antes del crimen "fui a comprar" refiriéndose a cocaína, ya que la víctima vendía droga, "el me dio menos de los que me tenía que dar, discutimos y me fui".

El asesino asegura que ese día no hubo agresión, pero el 23 de febrero fue a casa del "vendedor" acompañado de su novia, Marta, y le pidió a ella que tocara la puerta ya que si la víctima veía a A.K.S podría no abrir, "al verme, estaba alterado, pero no me agredió".

Entonces A.K.S, ha explicado que vio la táser en un mueble del señor, pensando que era "una linterna grande" y la cogió para agredirle porque a su lado "había una escopeta" e intuyó que le podría agredir a él.

Asegura el procesado no darse cuenta de que esa linterna era una táser "solo la usé para dar golpes", aún así reconoce que la linterna era "pesada, contundente, metálica, no era normal, era grande".

Los golpes empezaron cuando la víctima estaba despistada

Todo ocurrió en la habitación de la víctima, lugar hacia donde se dirigieron todos los implicados cuando entraron por la puerta, fue entonces, cuando el fallecido "me habló fuerte y yo le empecé a propinar golpes" aprovechando que el fallecido estaba de espalda.

El procesado asegura que la víctima en ningún momento le agrede, sí le dijo "te voy a matar", pero no pudo hacerlo "ni llegó ni pudo hacerlo".

Cuando la víctima cae al suelo, "le di golpes en la cabeza" y cuando terminó el crimen "nos fuimos, cogí la escopeta, yo estaba alterado, tenía miedo, cogí el monedero, con droga y nos fuimos al campo".

Dice el procesado que no se dio cuenta de que esta linterna daba descargas eléctricas "y en ningún momento di a un botón". Sí reconoce al fiscal que sabía de la posibilidad de la muerte por la cantidad de golpes y asume que lo único que pensaba en ese momento "es que esa persona no se levantara". Cuando se marchó, "tenía claro que el hombre no iba a estar vivo".

Huyeron para deshacerse de la ropa llena de sangre

El acusado y la novia se dirigieron a una hípica de Ugena, allí entrenaba la chica y conocían a un hombre que además era consumidor "juntos empezamos a consumir, estuvimos consumiendo, amaneció el día y ese día ya nos fuimos, antes le dejé la ropa porque tenía sangre", también le dejó el monedero y la escopeta "no sé que hizo con eso", ha expresado.

Una vecina escuchó ruido la noche del crimen

Al finalizar su declaración, el juez ha dado paso a las pruebas testifical y la pericial. En la testifical se ha dado paso a varias personas: algunas de ellas, una vecina que escuchó ruido el día del crimen, Marcos amigo del "abuelo" y la primera persona que se encontró el cadáver o Patricia una amiga de la familia que ese día tenía que llevarle la comida.

Uno de ellos, Marcos, la primera persona que vio el cadáver asegura que la táser estaba metida en su boca y que solo "sobresalía unos centímetros", hecho que han probado los peritos forenses, quienes han concretado que había claros signos de violencia a nivel de la cara y la cabeza y que el fallecido tenía una linterna táser introducida en la boca cuando se procedió al levantamiento del cadáver.

Forenses aseguran que las lesiones son compatibles con la táser

De hecho, las lesiones encontradas en el cuerpo, han expresado, eran "compatibles con la táser", 16 en la parte trasera de la cabeza, la mayoría de las cuales por golpes, y en la cara -sobre todo en nariz y labios- lesiones producidas con un efecto térmico, como quemaduras, de las descargas propinadas con este dispositivo que fueron la causa de la muerte "violenta".

Además, volviendo al testigo, Marcos, ha reconocido que la táser era de su amigo (el abuelo), "todos sabíamos que la tenía".

Por su parte, la vecina, ha explicado que ella estaba en la cama esa noche cuando escuchó abrirse la puerta de "el abuelo", ya que la puerta estaba "oxidada y chillaba mucho cada vez que entraba alguien".

Escuchó una voz femenina y después mucho movimiento, ruido, al rato "oí que se abría la puerta y salian corriendo". Al día siguiente, cuando volvió de la compra "me di cuenta que estaban todos los escalones manchados, al principio pensé que era pintura", estaba todo lleno.

Unas 10 horas pasaron entre lo sucedido y el encuentro del cádaver, así como de su levantamiento. La madrugada del 23 de febrero de 2021, un joven mató a Santiago a golpes, todo por venta y adicción a las drogas que son el ajuste de cuentas, hoy día, de muchas de las trifulcas.

Según datos del Miniterio del Interior 2024, Castilla-La Mancha registró el pasado año unas 83.582 infracciones relacionadas con las drogas, más de 26.000 en la provincia de Toledo.