"El Colegio de la Abogacía de Albacete cumple 191 años defendiendo los derechos y libertades de nuestra ciudadanía"
'Y muchos más', la firma de opinión del abogado y decano del Colegio de la Abogacía de Albacete, Albino Escribano
'Y muchos más', la firma de Albino Escribano
El año pasado, el Colegio de la Abogacía de Albacete cumplió 190 años. En una ciudad que acaba de cumplir 625, no debe haber muchas instituciones que atesoren tan dilatada trayectoria.
Hasta no hace mucho, se pensaba que su creación había tenido lugar en 1838, pero documentos recabados por Vicente Carrión Íñiguez acreditan que su nacimiento tuvo lugar en 1834. Los documentos de la época ponen de manifiesto que en aquel entonces la ciudad tenía numerosas carencias y poco que destacar.
Entre los episodios curiosos del Colegio cabe reseñar que, durante la primera guerra carlista, en 1838, tuvo que trasladar su sede a Cartagena, cuando esta ciudad no tenía Colegio de Abogados. El Colegio de Abogados de Cartagena fue creado en 1849 y celebra este año su 175 aniversario. La ciudad de Cartagena, que solo existe desde hace 23 siglos, le ha concedido a su Colegio de Abogados la medalla de oro de la ciudad en ese su 175 aniversario. Un reconocimiento que honra a esa Ciudad y a su Colegio.
En el caso del Colegio de Albacete, no pudimos celebrar el año pasado nuestro 190 aniversario: acordamos la suspensión de los actos de celebración a causa de la Dana que se produjo el 29 de octubre. Había algo mucho más importante que atender.
La vida sigue y este año retomamos la celebración de nuestra patrona, la Inmaculada Concepción, y con ella, aunque tarde, la entrega de los premios del 190 aniversario, que destacan a instituciones que lo han merecido por su trabajo en materia de igualdad, de la protección de la discapacidad o por su contribución al ejercicio profesional.
Sigue su camino adelante el Colegio de la Abogacía de la Provincia de Albacete, independientemente de los avatares históricos. Y no puede ser de otra manera: son 191 años defendiendo los derechos y libertades de nuestra ciudadanía. Y los que nos quedan: cada vez hay más cosas que defender.