Carlos Belmonte y su relación con el franquismo: ¿debería cambiarse el nombre del estadio del Albacete Balompié?

Albacete

Este jueves 20 de noviembre se cumplen cincuenta años de la muerte de Francisco Franco, una fecha que invita a revisar símbolos y nombres ligados a la dictadura. En Albacete, uno de ellos es el estadio Carlos Belmonte, sede del Albacete Balompié desde hace más de seis décadas.

El recinto se inauguró el 9 de septiembre de 1960, tras un proyecto impulsado por el entonces alcalde Carlos Belmonte, arquitecto de profesión y figura vinculada al régimen franquista. Belmonte, tal y como ha explicado a Radio Albacete Manuel Ortiz, catedrático de Historia Contemporánea, fue hijo de un prestigioso médico en la ciudad, Nicolas Belmonte. En 1948 fue nombrado vicesecretario provincial de Obras Sindicales en la Delegación Provincial de Sindicatos.

Entre 1942 y 1952 fue concejal del Ayuntamiento de Albacete, mientras que en octubre de 1956 ocupó el cargo de alcalde de Albacete hasta octubre de 1960. Belmonte formó parte de la División Azul y, además del estadio, proyectó edificios emblemáticos como el cine Capitol, el sanatorio Santa Cristina y la iglesia del Espíritu Santo.

La construcción del estadio se financió con crédito público y venta anticipada de abonos. En su estreno, el aforo rondaba los 10.000 espectadores, desde entonces ha vivido varias remodelaciones (1970, 1991, 1998 y 2017) hasta alcanzar el aforo actual de 16.998, según datos del club.

En lo deportivo, el Albacete Balompié debutó en el Carlos Belmonte en la temporada 1960-61, militando en Tercera División. Aquella campaña fue histórica: el equipo se proclamó campeón y logró el ascenso a Segunda en junio de 1961. Desde entonces, el estadio ha sido testigo de ascensos, descensos y la llegada a Primera División en 1990.

Desde su fundación en 1939, el Albacete Balompié disputó sus encuentros en un campo situado en el Paseo de la Cuba, desde donde se trasladó al estadio del Parque de los Mártires (actual Parque de Abelardo Sánchez), propiedad del Círculo de Cazadores y que era conocido como el "cinegético" por los aficionados, un terreno de juego que era de tierra y solo tenía gradas de madera en uno de sus laterales

¿Qué dice la ley?

La Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática fue aprobada en octubre de 2022. Su objetivo es fomentar el conocimiento de las etapas democráticas de la historia de España y mantener la memoria de las víctimas de la Guerra de España y la Dictadura franquista a través de iniciativas como la creación de un Censo de Víctimas o la retirada de símbolos.

En declaraciones a Radio Albacete, el catedrático en Derecho Constitucional, José Luis García Guerrero, considera que sería "irrazonable y desproporcionado" que el Ayuntamiento de Albacete tuviera que cambiar el nombre del estadio. "No alcanza los límites de la ley de Memoria Democrática, Carlos Belmonte no estuvo implicado en crímenes, por lo que no hay razón para cambiarle el nombre al estadio".

Si aplicamos esta ley a otros ejemplos de estadios de fútbol en España, nos encontramos con la 'casa' del Cádiz CF, el que fuera el estadio Ramón de Carranza. El anterior equipo de gobierno de Adelante Cádiz, con José María González como alcalde, retiró el nombre de Carranza en 2021 al considerar que un edificio público no podía llevar el nombre de quien fue representante de la dictadura franquista en la ciudad, y "participó en actos de represión", según la memoria que justificó la decisión de elegir una nueva denominación.

El nombre elegido fue 'Nueva Mirandilla', en virtud de una votación por Internet, que fue polémica por su baja participación (ganó por 200 de los algo más de mil votos emitidos) y por varios intentos de boicot.

Más estadios con simbología franquista

Santiago Bernabeú fue presidente del Real Madrid entre 1943 y 1978 y un colaborador activo del regimen franquista. Participó en la reorganización del club tras la Guerra Civil y mantuvo estrechos vínculos con autoridades del regimen. El estadio, inaugurado en 1947 como Chamartín, pasó a llamarse Santiago Bernabéu en 1955 en homenaje a su presidente, en plena dictadura.

El Ángel Carro, el estadio del Lugo, o Lluis Sitjar, el que fuera estadio del Mallorca, son otros ejemplos de estadios que han llevado nombres con simbología franquista.