Premios Cadena Ser

Talavera de la Reina

El pasado miércoles recibí el Premio Economía de la SER. Y aunque el premio pesa poco, la emoción pesaba muchísimo. Subí al escenario con una mezcla de orgullo, sorpresa y una gratitud que casi no me cabía en el pecho.

Porque este reconocimiento no habla solo de números, de gestión o de empresa. Habla de años de esfuerzo, de madrugones, de decisiones difíciles, de luchas silenciosas… y también de esos pequeños triunfos que nadie ve, pero que sostienen una vida entera de trabajo.

Mientras me entregaban el premio, pensé en algo muy sencillo: qué afortunada soy. Afortunada por poder dedicarme a lo que me apasiona, por estar rodeada de un equipo que camina conmigo, por representar a una marca que ha formado parte de mi vida… pero, sobre todo, afortunada por mi familia.

Porque cuando te reconocen públicamente, lo que realmente te emociona es mirar a los ojos de los tuyos y ver que brillan más que el propio trofeo. Saber que mis hijas, que son mi mayor orgullo, estaban felices por mí… eso sí que es un premio. Uno que no se entrega en un escenario, pero que te acompaña para siempre.

Este galardón lleva mi nombre, sí.

Pero mi corazón sabe que pertenece a todos los que han creído en mí, me han apoyado y me han querido en cada paso del camino.

Gracias, Cadena Ser Talavera, de verdad, por este honor que no olvidaré jamás.