¡Viva el vino!
Valoremos lo más cercano que es mucho y muy bueno, copón

La mirada de Toledo: ¡Viva el vino! (27/11/2025)
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Buenos días nos dé Dios, don Carlos.
Tus oyentes de «Hoy por Hoy Toledo» recordarán que el jueves pasado a estas mismas horas estábamos entrevistando a la historiadora y escritora toledana Engel de la Cruz. Ya adelantamos que el jueves que viene a estas mismas horas volveremos a estar de entrevista en este caso con un autor toledano, pero no vamos a hacer spoiler. Pues bien, entre entrevista y entrevista recuperamos la esencia de este espacio de opinión que cedes a este humilde caballero.
Y hoy voy a hablar de algo muy nuestro, perdón, corrijo que el resfriado no me deja pensar con claridad: ¡de algo muy nuestro, copón! Lógicamente, me estoy refiriendo al vino. Para hablar de este néctar de los dioses, voy a recuperar a un viejo amigo que hace tiempo que no pasaba por aquí como es San Isidoro de Sevilla. El viejo sabio del Reino Visigodo de Toledo dice, como siempre, cosas muy interesantes en su enciclopedia Etimologías sobre, por ejemplo, la vid: «El primero que inició la plantación de vides, en época aún muy primitiva, fue Noé. Entre los griegos, el descubridor de la vid se llamó Líber; por ello los paganos lo consideraron como un dios después de su muerte. Se denomina vid porque tiene fuerza (vis) para echar rápidamente raíces». Qué delicia informativa, si me permites la expresión, amigo Carlos. Y sobre las uvas, qué dice San Isidoro: «A las uvas se les dio tal nombre porque interiormente están llenas de humor, de juego y de densidad», para luego desarrollar un espectacular catálogo de uvas tanto de consumo como para hacer vino el que nos ofrece San Isidoro. De verdad, esto es espectacular.
¿Y a qué viene todo esto? Pues viene a que cuanto más viajo por el sur de Castilla, esa querida Castilla La Nueva reconvertida, más o menos, en ese ente administrativo que llamamos Castilla-La Mancha, más claro tengo que no tenemos absolutamente nada que envidiar a los caldos de otras tierras castellanas en particular y españolas en general, copón. Valoremos lo más cercano que es mucho y muy bueno, copón. Y ahora que se acercan estas fechas tan señaladas, aparte de tomar una buena sidra asturiana y un buen cava catalán, que no falte en la mesa un buen vino de estas tierras. Yo lo tengo claro: estas Navidades en mi mesa no va a faltar una botella de vino volcánico de las tierras de Calatrava. Amigo Carlos, no me falles, ¿qué vino no faltará en tu mesa?
Buenos días.

Daniel Gómez Aragonés
Historiador, escritor y colaborador de SER Historia




