Innovación, participación y sostenibilidad: las cooperativas agrarias toman la palabra

Villamalea

A un mes de terminar el año, en plena campaña de recogida de la aceituna y con el resto de la temporada agrícola finiquitada, hemos hecho balance de este año 2025 con cooperativas agrarias de la provincia, en especial de Villamalea, de la mano de la Fundación Globalcaja y en la sede de la Sociedad Cooperativa Champinter.

Por los micrófonos de Radio Albacete han pasado el director de la Fundación Globalcaja, Antonio González; el presidente de Champinter, Elías Olmeda; y el alcalde del Ayuntamiento de Villamalea, José Núñez. González nos ha contado la dedicación de la fundación a los ámbitos agrario, deportivo, sociosanitario o educativo. También nos ha explicado qué valores diferencian a la Globalcaja y a la propia entidad financiera del resto.

Elías Olmeda nos ha hablado de cómo ha sido este año 2025 para Champinter, los mercados nuevos que han abierto o cómo les afecta la subida de precios o la burocracia. Mientras que el alcalde de Villamalea ha aprovechado para reivindicar los medios necesarios para un crecimiento sostenido y ordenado del urbanismo de su pueblo o de su polígono industrial.

La situación del campo, de las cooperativas, de las empresas y de las campañas agrícolas nos las han contado en primera persona Rubén Albiar, presidente de la Cooperativa San Antonio Abad, Ventura Martínez, gerente y fundador de Vinos Cándido, José Miguel Moya, director comercial de Agrometal Carrión Agrícola, y Juan Miguel Rodríguez, director de la Oficina de Globalcaja en Villamalea.

Las cooperativas agroalimentarias en Albacete

La provincia de Albacete es un territorio eminentemente agrícola y ganadero, donde el sector primario sigue siendo un pilar fundamental para la economía y la cohesión social. A pesar de la diversificación económica experimentada en las últimas décadas, la agricultura y la ganadería continúan generando riqueza, empleo y oportunidades en el medio rural, contribuyendo de manera decisiva a frenar la despoblación y a mantener vivo el tejido social de nuestros pueblos.

Albacete destaca por la producción de cultivos como cereales, almendros, viñedos y olivar, además de una ganadería que aporta valor añadido a la industria agroalimentaria. La provincia es líder en productos como el ajo, el vino y el aceite de oliva, amparados por figuras de calidad que refuerzan su competitividad en los mercados nacionales e internacionales. Este sector no solo genera empleo directo en las explotaciones, sino que también dinamiza industrias auxiliares como la maquinaria agrícola, el transporte y la transformación alimentaria.

En este contexto, las cooperativas agroalimentarias se han consolidado como auténticos motores de desarrollo económico y social. En Castilla-La Mancha existen más de 550 cooperativas, de las cuales 103 están en la provincia de Albacete, agrupando a miles de familias y generando empleo estable y de calidad. Estas entidades representan el 5,5% del sector industrial regional y aportan el 8,3% del PIB de la comunidad, con una facturación anual que supera los 2.672 millones de euros. Además, el modelo cooperativo contribuye al 40% de la producción agraria regional y al 21,9% del PIB industrial, lo que evidencia su peso estratégico en la economía castellano-manchega.

Más allá de su relevancia económica, las cooperativas desempeñan un papel esencial en la vertebración del territorio y la fijación de población en el medio rural. Generan empleo en un tercio de los municipios de la región, fomentan la inclusión de mujeres y jóvenes en el mercado laboral y promueven la igualdad de oportunidades. Este modelo empresarial, basado en la participación y la solidaridad, se convierte en una herramienta eficaz para combatir la despoblación y garantizar la sostenibilidad social y ambiental de nuestros pueblos.

El sector primario y las cooperativas afrontan desafíos importantes, como la adaptación al cambio climático, la modernización tecnológica y la mejora de la competitividad en un mercado globalizado. Sin embargo, también cuentan con oportunidades derivadas de la creciente demanda de productos de calidad, sostenibles y con identidad territorial. Las inversiones en innovación, digitalización y energías renovables, junto con el apoyo institucional, serán claves para consolidar este modelo y garantizar su futuro.