Sociedad paliativa
La firma de opinión de la periodista y escritora Ángela Paloma Martín

Firma de opinión | Sociedad paliativa
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Ciudad Real
El nivel de tolerancia social es altísimo. Resulta sorprendente cómo el espectáculo del engaño ha copado nuestras vidas y el efecto que tiene de credibilidad en millones de personas. Analizo cómo la sociedad parece capaz de soportar escándalo tras escándalo sin que nada se mueva. De hecho, ETA volvió a aparecer en el discurso conservador este fin de semana, en un intento desesperado de eludir el marco de la corrupción que los persigue, pero que, electoralmente, poco les afecta.
Más de 200 personas mueren en Valencia, pero nada parece cambiar más allá del desgarro que nos produce la impotencia de las víctimas y a pesar de saber, cada día más, acerca de dónde estaban o qué estaban haciendo los máximos responsables de la gestión autonómica. O conocemos los procesos abiertos que están dando vueltas, una y otra vez, ante una Justicia que es percibida socialmente, cada vez más, de injusta.
El filósofo Byung-Chul Han alude a que estamos demasiados absorbidos en nosotros mismos como para mantener una protesta sostenida. Que el exceso de estímulos e información amortigua el impacto moral y político de los acontecimientos. Puede que no seamos capaces de tolerar más, aunque seamos conscientes de quiénes son inocentes y quiénes utilizan las instituciones con fines partidistas, como antaño, ya saben. Puede que, sencillamente, sintamos menos porque convivimos con tantos escándalos a escala internacional que ya no distinguimos la gravedad. Los culpables ya no dimiten, o lo hacen en diferido, porque se sienten legitimados; porque la lucha entre adversarios es más importante que la ética.
No podemos ser una sociedad paliativa que haga del entretenimiento el juguete para nuestra tolerancia. No pensar, creerse lo que nos cuentan, aguantar para no querer saber la verdad, no fortalece la democracia. La democracia necesita indignación saludable, recuperar el umbral de lo inaceptable, la crítica que construye.




