Una puerta al futuro: Inserta Empleo apoya a los discapacitados de Cuenca

Cuenca

En pleno centro de Cuenca, en la calle Fray Luis de León, número 6, funciona desde hace tres años una oficina que se ha convertido en un punto de apoyo esencial para cientos de personas con discapacidad que buscan incorporarse al mercado laboral. Se trata del servicio de Inserta Empleo ONCE, un recurso especializado que combina orientación, formación, intermediación y acompañamiento tanto para demandantes de empleo como para empresas interesadas en contratar.

Este proyecto, que cuenta con la financiación y el apoyo del Gobierno de Castilla-La Mancha, centraliza toda su operativa a través de la plataforma www.portalento.es, donde se gestiona el registro de candidatos, las ofertas y la formación disponible. Pero es en la oficina de Cuenca donde el proceso se hace humano: donde se escucha, se acompaña y se guía a cada persona según su situación, sus capacidades y sus expectativas.

Para conocer de cerca cómo se trabaja desde dentro, hablamos con Irene González y Ángela Martínez, técnicas de intermediación laboral en esta oficina y responsables de dos áreas clave del servicio. “Lo primero es conocer a la persona”: el trabajo de intermediación con los demandantes.

Irene González es técnica de intermediación laboral y atiende a personas de todas las edades en programas de inserción laboral. Su labor comienza desde el primer momento en que alguien llega solicitando ayuda.

“Lo primero es informarles de nuestros servicios y recursos, y ayudarles a registrarse si no tienen medios o no saben hacerlo de forma informática”, explica.

Tras ese primer paso, se realiza una entrevista de incorporación, un momento crucial para construir la fotografía profesional y personal del candidato. Esta valoración permite ajustar su perfil a las ofertas o acciones formativas más adecuadas.

“La entrevista nos sirve para conocer mejor a la persona, hablar de su discapacidad o incapacidad y derivarla a formación u ofertas de empleo que encajen con su perfil”, añade Irene.

La formación es uno de los pilares del servicio. En Cuenca existe una oferta dual: cursos presenciales, con beca diaria para los asistentes, y teleformación en múltiples especialidades.

“En presencial tenemos desde cursos administrativos y de ofimática hasta otros más prácticos, como limpieza o conserjería. La teleformación ofrece un abanico más amplio, totalmente gratuito”, señala.

En cuanto a la inserción laboral, la diferencia entre jóvenes y mayores de 30 años no es determinante: “A veces los jóvenes llegan sin experiencia ni hábitos laborales, pero si la persona está comprometida, se adapta sin problema”, subraya.

Puente con las empresas

Además de trabajar con los demandantes, Irene también mantiene la relación con las empresas colaboradoras. “Les explicamos que todos los servicios son gratuitos y les ayudamos a registrar sus ofertas en www.portalento.es. En función de los requisitos, derivamos los perfiles más adecuados”, detalla.

Uno de los aspectos que más valoran las empresas es la información sobre las ayudas a la contratación de personas con discapacidad. “Hay beneficios importantes, como reducciones o bonificaciones en la Seguridad Social, y muchas empresas los desconocen”, afirma.

Los datos avalan el impacto del servicio: sólo en Castilla-La Mancha, durante el último año, más de 3.000 personas fueron atendidas, 1.200 encontraron empleo y 1.100 recibieron formación.

Mujeres en Modo ON

La atención especializada a las mujeres es otra de las líneas clave del servicio. Este ámbito lo coordina Ángela Martínez, que trabaja en el proyecto ‘Mujeres en Modo ON’, creado para apoyar a mujeres con discapacidad y víctimas de violencia de género.

“El programa nació al detectar que muchas mujeres de la bolsa habían vivido violencia de género. Se creó una metodología específica, el ‘ciclo de recuperación vital’, con tres fases: desarrollo personal, desarrollo formativo e intermediación laboral”, explica Ángela.

Aunque no es un servicio psicológico, sí incorpora un acompañamiento socioeducativo que permite revisar emociones, autoestima y hábitos. “Se les acompaña en el momento vital en el que se encuentren. La búsqueda de empleo puede ser frustrante, más aún si arrastran una historia dura”, señala. Este año, el programa atendió en Castilla-La Mancha a 160 mujeres, logrando 57 contrataciones.

Perfiles diversos y oportunidades reales

Cuando se pregunta por los puestos más comunes, Ángela prefiere desmontar tópicos: “La violencia no tiene una chaqueta concreta. Hay perfiles muy distintos. A veces se empieza por empleos más prácticos, como limpieza o lavandería, pero depende de las capacidades de cada mujer”.

El programa también atiende otros casos de vulnerabilidad extrema, como situaciones de explotación o condiciones laborales indignas. Ángela cita un ejemplo muy concreto:

“Personas con acondroplasia que han trabajado en circo o en ámbitos muy precarizados. Intentamos ofrecerles alternativas que dignifiquen su vida laboral”.

El trabajo de Inserta incluye también una labor de investigación y divulgación. Parte de ese esfuerzo se ha plasmado en el libro La voz del coraje, con testimonios reales, incluidos dos de Castilla-La Mancha, y en el estudio que analiza la interseccionalidad entre discapacidad y violencia.

Un recurso esencial en Cuenca

La oficina de Inserta Empleo ONCE en Cuenca se ha convertido en un punto de referencia para quienes buscan una oportunidad laboral y para empresas que desean apostar por la inclusión. Desde la orientación inicial hasta la incorporación a un empleo, pasando por la formación o la atención especializada, el servicio se articula como un acompañamiento completo.

Toda la información, así como el registro de candidatos y empresas, está disponible en www.portalento.es, la plataforma central del servicio. Tres años después de su apertura, la oficina sigue creciendo en actividad, en resultados… y, sobre todo, en impacto social.