El sector cinegético de Castilla-La Mancha, vigía frente a la peste porcina

Ciudad Real

En plena temporada de caza, y tras detectarse varios casos de peste porcina en diversos ejemplares de jabalí muertos en zonas forestales de Cataluña, el sector cinegético de Castilla-La Mancha adquiere un rol de vigilancia pasiva y control de poblaciones.

De hecho, desde la Fundación Artemisán, la Real Federación Española de Caza, Asiccaza y todas las entidades del sector han elaborado un manual de 10 preguntas y respuestas sobre la Peste Porcina Africana dirigido a cazadores y gestores cinegéticos, que sirva de guía para ayudar a controlar el brote. "Hay centenares de miles de cazadores todos los fines de semana que pueden ayudar a localizar posibles focos", explica Luis Fernando Villanueva, director de la Fundación Artemisán, en 'Jaraíz'.

En este decálogo también se recoge información actualizada sobre la enfermedad, protocolos a seguir en caso de encontrar un ejemplar afectado, medidas de desinfección o el protocolo de actuación con los restos cinegéticos.

El sector se enfrenta también a los problemas de comercialización de la carne de caza, que en su mayor parte se exporta, y aunque aplauden la regionalización que han aceptado la mayoría de los países de destino de este producto, solicitan que se articulen ayudas a distribuidores y salas de despiece.

En todo caso, recuerdan que en estos momentos el foco se encuentra muy encapsulado y que el consumo de carne proveniente de animales que han sufrido esta enfermedad no conlleva ningún riesgo para la salud. "Es un foco muy localizado y perimetrado. El Gobierno a través de la UME y la Generalitat están haciendo una buena labor de control", valora Villanueva, que confía en que sea suficiente para evitar la expansión de esta enfermedad a otros puntos del país.