El 80 % de los médicos de Toledo, en huelga: "Si no se cuida a quienes cuidan, la sanidad pública se desmorona"

La huelga médica de cuatro días convocada a nivel nacional ha comenzado también este lunes en Toledo con un seguimiento mayoritario entre los facultativos que pueden ejercer su derecho a huelga, según han informado los propios sindicatos médicos SIMEFYR y CEMS. Ambos han comparecido conjuntamente en el Hospital de Toledo para destacar lo que han calificado como una imagen de unidad frente a una "situación insostenible".

Juan José García, presidente del sindicato SIMEFYR, ha explicado que los médicos llevan "más de dos décadas soportando un Estatuto Marco obsoleto", aprobado en 2003, que, ha dicho, "solo ha servido para imponer jornadas interminables y guardias obligatorias pagadas por debajo de la hora ordinaria". García ha puesto su caso como ejemplo. Tras 42 años de profesión y más de tres años y medio acumulados solo en horas de guardia, ese tiempo "no cuenta absolutamente para nada" en los cómputos de jubilación, algo que el colectivo pide revertir.

El representante sindical ha insistido en que esta huelga no es una protesta salarial, sino una reivindicación de dignidad profesional. Ha explicado que los médicos pueden llegar legalmente a las 48 horas semanales en cómputo semestral, cifras muy superiores a las de otros trabajadores. Ha señalado que en su carrera llegó a realizar hasta quince guardias en un mes y que, todavía hoy, en muchos servicios se hacen seis o siete guardias mensuales, especialmente en hospitales comarcales donde las plantillas son reducidas.

Ampliar

Cerrar

Otro de los puntos de fricción con el Ministerio es la compatibilidad del ejercicio privado. En este sentido, García ha criticado que se mantenga la incompatibilidad para jefes de servicio, jefes de sección y coordinadores de atención primaria. Según este profesional, si existe sospecha de irregularidades "se debe inspeccionar y, si procede, abrir un expediente", pero no impedir de antemano la posibilidad de realizar actividad privada.

Respecto a la clasificación profesional, los sindicatos rechazan la intención de agrupar a los facultativos junto a otras categorías bajo un mismo modelo. Explican que la profesión médica cuenta con 360 créditos universitarios y un nivel de responsabilidad diferente, y ha reclamado que esa diferencia se refleje en la normativa.

La carrera profesional, eterna asignatura pendiente

Otra de las reivindicaciones destacadas es la recuperación de la carrera profesional, todavía suspendida en Castilla-La Mancha pese a haberse restablecido en la mayoría de comunidades autónomas. Las y los médicos recuerdan con enfado que el presidente García-Page la ha incluido reiteradamente en su programa electoral desde 2015, por lo que califican de "engaño" que ahora se condicione su recuperación a un nuevo modelo de financiación autonómica.

A esta crítica al Gobierno regional se suma el malestar con los servicios mínimos fijados por la Consejería de Sanidad, que los sindicatos consideran "abusivos". Han denunciado que se está obligando a profesionales a realizar intervenciones y consultas que no son urgentes, algo que, han dicho, vulnera su derecho a huelga. De hecho, CEMS ha confirmado que estas incidencias ya están siendo trasladadas al Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.

Carlos Vicario, de CEMS, ha explicado que muchos compañeros están desempeñando servicios mínimos "excesivos", mientras otros están ejerciendo la huelga o trabajando con normalidad. Ha insistido en que las reivindicaciones no son solo por los profesionales, sino por la calidad del sistema sanitario. "Si no se cuida a quienes cuidan, la sanidad pública se desmorona", ha afirmado.

Ambos sindicatos han reclamado que se habiliten mesas de negociación específicas para el personal médico, al considerar que actualmente las condiciones laborales de los facultativos están siendo decididas por sindicatos donde la representación médica es minoritaria. Han advertido de que la huelga continuará mientras no se produzcan avances reales y han reiterado que el objetivo no es otro que "defender la dignidad de la profesión y la calidad de la sanidad pública".