Así será el Plan Estratégico de Seguridad en Ciudad Real: drones, policías de barrio y cámaras de vigilancia

Ciudad Real

Ciudad Real contará con un plan estratégico de Seguridad, con financiación en los presupuestos del año que viene que supondrá el incremento de la plantilla de la Policía y la instalación de cámaras de vigilancia. Es una de las novedades que ha anunciado el alcalde, Francisco Cañizares. De momento no avanza cuantías pero sí señala que en comparación con el año 23, el incremento será de más de un millón de euros.

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Una decisión tras pulsar en las asambleas vecinales que una de las principales preocupaciones de los vecinos es la percepción de inseguridad en zonas como San Martín de Porres, La Granja Larache, Los Rosales, El Perchel, Morería o el nuevo hospital.

Aunque la capital sigue en el ranking nacional como una de las ciudades más seguras de España, reconocen que hay que revertir esta sensación de la ciudadanía a consecuencia de robos y hurtos de pequeña cuantía, que se están registrando o por las ocupaciones ilegales.

Un plan que contempla el refuerzo de la digitalización, dotación de material como adquisición de drones, el incremento de la plantilla, aumentar la presencia, donde sea necesario de policías de barrio y la instalación de cámaras de vigilancia, como medida disuasoria.

Demoliciones en San Martín de Porres

Un plan en el que esperan contar con la colaboración de otras Administraciones, como la Subdelegación que es la competente en al autorización de las cámaras o de la Junta de Comunidades.

Precisamente para mejorar la coordinación, en la última junta de seguridad dedicada en exclusiva al barrio más conflictivo de la capital, San Martín de Porres, se analizó la situación de una zona donde a nadie se le escapa que irradia el mayor trafico y consumo de drogas de la ciudad; de hecho en el último año se han realizado 3 operaciones de calado.

Junta en la que se estudió cómo abordar la demolición de viviendas que están deshabitadas y que son propiedad de la Administración regional, -desde 2012 se han ejecutado 40 demoliciones-, que muchas veces se complican porque en la mayoría de las chabolas, cuentan con uralita, cuya retirada requiere un tratamiento por empresas especializadas.