"La muestra de 'Belenes' de Ramírez de Lucas ofrece muestras de unos cuarenta países y juguetes de otros 18"

Albacete

Hace ya algunos días que parte del acreditado archivo de la obra del siempre recordado escritor y critico de arte albaceteño Juan Ramírez de Lucas se puede contemplar en el Museo Municipal de Albacete, que es donde descansa en los sótanos del inmueble desde hace mucho tiempo todo su muestrario, incluso aún en vida del celebre coleccionista; abigarrada, protegida, se supone que cuidada con el mayor mimo que exige su extraordinario valor artístico, una obra adquirida con el esfuerzo de viajes por todos los rincones del mundo (con especial dedicación a su querida y siempre ponderada gran manzana neoyorquina). Ramirez de Lucas esta vez no pudo contarnos con su pausa, su singular vehemencia acostumbrada al anecdotario de cada obra presentada como solía hacer antes de fallecer el 20 de julio de 2010. La muestra que esta vez exhibe desde la distancia de su ahora silencioso reposo está dedicada a la Navidad, las mismas fechas que comenzamos a vivir estos días los albaceteños. A la Navidad con mayusculas puesto que abarca el abecé de estos días y también en una concesión gratuita a los calendarios infantiles la llegada de los días de enero con la visita cabalistica de los Magos de Oriente. Es decir, como ha querido titular el ayuntamiento de Albacete: Belenes y Reyes... Una magnífica exhibición de belenes universales coleccionados, como ya hemos dicho y no nos cansamos de repetirlo, por el maestro Ramirez de Lucas, seleccionada y organizada por otro grande de la ciudad como es José Antonio Sotos. La muestra está completada para gozo de niños en general, pero también para quienes disfrutamos desde que nos salieron los dientes de la juguetería conceptual. En definitiva belenes de unos cuarenta países y juguetes de otros 18 paises continentales.

Belenes africanos (Burkina Faso); refuerzos de madera de olivo de Jerusalen; sonajeros de hojalata mejicanos; reforzados belenes con fibra vegetal Indúes; en fin... sardinas articuladas de Cuba; osos jugando al tenis de Rusia; una impresionante marioneta de elefante de Indonesia; un magnífico Pinocho italiano; un belén congoleño; o toda clase de panderos espectaculares de madera, metal y piel coloreados... Admiración es la palabra que uno vuelve a etiquetar al recordar la personalidad de Juan Ramirez de Lucas, un albaceteño que para muchos, entre los que me encuentro, su memoria será eterna, reforzada siempre con la sincera amistad y cercanía que mantuve con él en sus últimos años.