"La atención psicológica, el apoyo social a las familias, los pisos de acogida... son esenciales para reparar el profundo cráter de un diagnóstico de cáncer"

Albacete

Termino con la columna de hoy mi aportación quincenal a este programa en 2025. Seguramente, resumir un año que ha sido tremendamente generoso en lo personal y aceptablemente provechoso en lo profesional, sería lo esperable para una redactora que se pasa el tiempo contando lo que pasa en su provincia. Pero me apetece más sumarme a la causa que hoy ha traído a Radio Albacete hasta la sede de Afanion.

Diez años lleva esta emisora ayudando a que no se olviden de la infancia los niños y niñas a los que una enfermedad oncológica les roba tiempo de alegrías y sonrisas. No creo que un nombre pueda resumir mejor la intención de una campaña que este de “Ser niños jugando”, que es capaz de captar en una frase uno de los pilares de la organización destinataria de la solidaridad de quienes han aportado un juguete durante esta década.

“Ser niños jugando” responde a la misión principal que tiene Afanion desde hace 30 años: mejorar la vida del menor con cáncer y de sus familias. El apoyo emocional, psicológico y social desde que se produce el diagnóstico es esencial para quienes se enfrentan a la enfermedad en la etapa de la infancia o de la adolescencia. Pero la aportación de la organización es mucho más profunda y estructural. De eso estáis hablando toda la mañana y no quiero ser reiterativa, pero quiero poner el acento en que servicios como la atención psicológica, el apoyo social a las familias, los pisos de acogida, el respiro familiar o el préstamo de material ortoprotésico son esenciales para reparar el profundo cráter que abre en la vida de una familia un diagnóstico de cáncer. Además, Afanion fomenta la investigación para encontrar tratamientos a los cánceres para los que aún no los hay y para mejorar los que ya existen. Los avances científicos son la base de la supervivencia y la calidad de vida de las personas afectadas.

La sólida estructura de nuestro estado del bienestar también se sustenta en la resistente red que son capaces de tejer organizaciones como Afanion. Sin ellas, el sistema no podría atender necesidades que solo son capaces de detectar quienes están en esa situación de vulnerabilidad, en este caso, las familias y las niñas y los niños enfermos de cáncer. Por cierto, no me olvido del papel reivindicativo de la entidad exigiendo la creación de Unidades de Cuidados Paliativos Pediátricos o mejoras en la atención sanitaria, para que nuestra sanidad pública siga siendo de las mejores del mundo. Aunque ese melón ya lo abriré en 2026.

Así que, sí, termino el año con una palabra dirigida a Radio Albacete, a los patrocinadores de esta campaña y, sobre todo, a todas y todos los integrantes de Afanion… Gracias.

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