Perros
Cuando entiende, que me toca salir a mi sola, los niveles de chantaje emocional aumentan

La mirada de Toledo: Perros (19/12/2025)
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Toledo (Toledo)
No me puedo creer que a estas alturas del año, no haya usado este espacio para hablar de mi pasión por los animales. Los perros, mi favorito, y para que no se ofenda, la que tengo tumbada a mi lado mientras escribo, que es mi favorita mundial.
Tener un perro en casa te cambia la vida, porque tienes un nuevo miembro en la familia, que no habla, pero opina de todo. No podremos entablar conversación con ellos, pero lo entenderán todo, aunque a veces no nos hagan ni caso, decidirán quién es bienvenido en casa y quién no, nos podrán cara de pena cada 5 minutos para hacernos sentir culpables por cualquier cosa.
Pero qué quieren que les diga, no cambio por nada en el mundo la sensación de llegar a casa, y que te reciban como si hace año que no volvieses. Un perro, no tiene la medida cogía, conoce mejor que nadie nuestras costumbres, los horarios y nuestra forma de ser. Son capaces de detectar cuando algo nos pasa y necesitamos consuelo, cuando estamos de buen humor y tenemos ganas de jugar.
Un perro implica responsabilidad y rutina, ellos necesitan esa rutina para funcionar. Mientras escribo, me siento analizada, si le digo algo bonito veo como mueve las orejas y la cola, aunque la pereza hoy se haya adueñado de la casa. Cada vez que me ve quitándome las zapatilla de estar en casa y escoger otro calzado, empieza a llorar y a ponerse al lado de su collar y correa, cuando entiende, que me toca salir a mi sola, los niveles de chantaje emocional aumentan.
Dicen que los perros se parecen a sus dueños, y aunque sea cierto, también nos parecemos nosotros a ellos. Muchas veces, tengo montones de cosas que hacer, pero me paro a jugar con ella, a acariciarla, a pasar ese ratito de paz que recarga las pilas. Los perros tienen esa clase de detector para saber cuando necesitamos parar, o eso quiero pensar yo.
Por las mañanas, lo primero que hago, en cuanto me espabilo lo mínimo es mirar dónde está, en ocasiones está tan dormida que no se da cuenta de yo estoy despierta, pero casi siempre, abro los ojos, y ya empieza la alegría mañanera.
Si pueden, no lo duden, tengan un perro cerca, mi consejo es que no lo compren, que lo adopten, los refugios están llenos de animales que necesitan una familia que les cuide y les quiera, les cambiará la percepción de muchas cosas, el concepto de amistad y lealtad de nuestros peludos, es demasiado gratificante.

Eva Marín de la Fuente
Presidenta de Asaja Joven, agricultora y Lda. en Publicidad y RRPP




