"Puede pensarse que la sanidad privada tiene mejores gestores pero no hay evidencia ni estudio que lo demuestre"
'Una financiera conversación', la firma de opinión de la enfermera, profesora de enfermería y presidenta del Colegio de Enfermería de Albacete, Concha Piqueras Ramos

'Una financiera conversación', la firma de Concha Piqueras
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Albacete
Creo que tienen razón si son de los que piensan que los problemas complejos no pueden tener una solución única y simple. Yo también lo veo así y no es preciso ser experto en gestión sanitaria para entender que el debate sobre la situación de la asistencia sanitaria no se limita a ser partidario de la Sanidad pública o de la Sanidad privada.
Propongo comentar algunos elementos del modelo antes de pronunciarnos.
Un primer aspecto sería la financiación. La sanidad se financia con nuestros impuestos, los fondos salen de los Presupuestos del Estado y se transfieren a las Comunidades autónomas que son las responsables de prestar la asistencia sanitaria y, pueden, como se ha comentado mucho estos días, llevar más o menos dinero de la partida económica recibida para este fin, a proveedores -centros, hospitales- públicos o privados.
Como ha sido noticia, puede hacerse una concesión a proveedores privados que perciben una cantidad por la población asignada o de referencia territorial – como un precio por persona – a cambio de prestarles los servicios sanitarios de la cartera común establecida. Es la llamada cápita o dinero por cabeza. Si en ese hospital de gestión privada se atienden otros pacientes que no son de la zona asignada o se hacen otras prestaciones, se cobra aparte y a otra tarifa que será más cara o beneficiosa para el grupo propietario/ gestor del hospital.
Insisto en que los servicios sanitarios tanto los de prestación directa o dada en los hospitales y centros públicos como los de gestión privada mediante concesión, se financian mediante impuestos – básicamente por el IRPF – y no, con fondos de la Seguridad Social, que recibe nuestras cotizaciones como trabajadores o empresarios y que se destinarán a las pensiones, bajas laborales, etc. A veces, las palabras confunden y la falta de rigor puede llevarnos a conclusiones erróneas. Debemos evitar decir que somos pacientes o usuarios de la Seguridad Social, si de asistencia sanitaria hablamos, ya que la Seguridad social es cosa distinta del Sistema Nacional de Salud y los fondos destinados a sanidad no dependen de cotizar más o menos o de ser trabajador en activo por cuenta de una empresa, autónomo o funcionario. Todos pagamos impuestos directos o indirectos. Las personas migrantes también. Las personas jubiladas también. Las personas desempleadas o perceptoras de ayudas sociales, también.
Termino esta financiera conversación con un apunte sobre la rentabilidad de la asistencia sanitaria. Los costes sanitarios para atender cualquier problema de salud son crecientes, son más caros los fármacos, las tecnologías y los costes relacionados con personal, por ejemplo. sólo cabe pensar que la rentabilidad económica que espera un fondo inversor en empresas sanitarias vendrá de reducir estos costes o de elevar la factura al pagador, priorizando obtener su margen de beneficio económico. Puede pensarse que tienen mejores gestores – ahora los llaman CEOs -pero no hay evidencia, estudios, que muestren diferencias sobre los resultados obtenidos por los gestores públicos profesionales y los gestores privados. O al menos, yo no los conozco.
Hacer mejor las cosas, pedir una financiación realista, mejorar los resultados, resolver las indecentes listas y tiempos de espera, tener espacios dignos y equipamientos resolutivos, no requiere cambiar de modelo de Sistema sanitario. ¿Se acuerdan de esto de ser más tonto que Abundio que vendió el coche para comprar gasolina?
Pues eso. ¡Disfruten de una feliz Navidad y hasta otro día del próspero 2026!

Concha Piqueras
Enfermera. Presidenta del Consejo Autonómico de Colegios de Enfermería de Castilla-La Mancha y presidenta...




