La nueva acera de la zona del Infantado no ha llegado al año

Guadalajara

No ha pasado ni siquiera un año desde la inauguración y las baldosas de la calle Cardenal González de Mendoza, en la zona cercana al Infantado, ya se están levantado.

Se cambiaron porque la gente tropezaba

Lo más curioso del caso es que el objetivo principal de esta obra que costó 330.000 euros era cambiar el suelo porque los árboles levantaban las baldosas y los vecinos tropezaban. Ahora no han hecho falta árboles, el pavimento se está levantado él solo, posiblemente por una mala ejecución de los trabajos.

El Ayuntamiento de Guadalajara inauguró la obra en febrero de este año, hace 10 meses, y ya se están levantando las nuevas baldosas de colores que se vendía como antideslizantes y más resistentes.

Se arrancaron 16 árboles cuyas raíces levantaban el acerado, se arreglaron 1.700 metros cuadrados y se volvieron a plantar 17 nuevos árboles.

Estéticamente las aceras del último tramo de la calle hacia el Palacio del Infantado han dado colorido, pero el resultado no parece el mejor. Suponemos que si la obra está en garantía (no ha pasado ni un año), el Ayuntamiento exigirá a la empresa que la ejecutó que repare el suelo que está dañado.