Cruz Roja Cuenca refuerza el derecho al juego con su 'Juguete Educativo'

Cuenca

Garantizar el derecho al juego de todos los niños y niñas, especialmente de aquellos que viven en situación de vulnerabilidad, es el objetivo principal de la Campaña del Juguete Educativo que impulsa un año más Cruz Roja Juventud en la provincia de Cuenca.

Una iniciativa que va mucho más allá de la entrega de juguetes y que pone el foco en la educación, la igualdad de oportunidades y el acompañamiento a las familias.

Así lo explica Lucía Martínez, coordinadora provincial de Cruz Roja Juventud en Cuenca, quien subraya que el juego es una necesidad básica en la infancia: “Esta campaña intenta garantizar el acceso y el derecho al juego de todos los niños y niñas, y especialmente de aquellos que se encuentran en situación de vulnerabilidad”.

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Jugar también es aprender y crecer

La campaña tiene como finalidad promover la igualdad de oportunidades a través del juego educativo, fomentando valores como la creatividad, la socialización y el aprendizaje. Según destaca Martínez, no se trata únicamente de repartir juguetes, sino de generar conciencia en torno a su importancia: “Además de entregar juguetes, orientamos a las familias sobre la importancia del juego en el desarrollo infantil, como una herramienta de aprendizaje, desarrollo y socialización”.

En este 2025, Cruz Roja Juventud espera atender a 345 familias en toda la provincia de Cuenca, con entregas programadas los días lunes 22 y martes 23 de diciembre, tanto en la capital como en Motilla del Palancar, Iniesta, Mira, Tarancón, Minglanilla, Las Pedroñeras y San Clemente.

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Un regalo adaptado a cada etapa

Cada niño o niña recibe un juguete y un libro nuevo, seleccionados en función de su edad y etapa evolutiva. En el caso de los bebés, el lote incluye dos juguetes adaptados a su desarrollo. La entrega se realiza de forma organizada y siempre dentro de un proyecto en el que las familias cumplen una serie de requisitos.

Desde hace tres años, además, Cruz Roja Juventud implantó un sistema que permite a las propias familias elegir los juguetes, una medida que ha supuesto un cambio importante en la filosofía del proyecto.

“Queríamos que las familias fueran protagonistas y que eligieran qué es lo más adecuado para sus hijos e hijas, según sus gustos y necesidades”, explica Lucía Martínez. “Así no son solo receptoras, sino parte activa del proceso”.

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Donaciones ciudadanas y colaboración empresarial

Los juguetes proceden tanto de donaciones de particulares como de campañas desarrolladas junto a empresas colaboradoras. Entre ellas, destaca la reciente acción realizada con la Fundación Solidaria Carrefour, una alianza clave para mantener el proyecto durante todo el año.

“Ambas colaboraciones son fundamentales para que no haya ningún niño ni niña sin juguete”, señala la coordinadora. Además, la campaña mantiene un fondo permanente de juguetes, lo que permite realizar entregas en cumpleaños y momentos especiales a lo largo de todo el año, no solo en Navidad.

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El papel imprescindible del voluntariado

Detrás de cada juguete entregado hay un intenso trabajo de voluntariado. Marina Écija, voluntaria de Cruz Roja Juventud, destaca la labor que realizan las personas voluntarias en todas las fases del proyecto: “Nos encargamos de recoger los juguetes, clasificarlos según la etapa de desarrollo, revisarlos, prepararlos y finalmente entregarlos”.

Pero su labor no termina ahí. Durante las entregas, también orientan a las familias sobre el valor educativo y emocional del juego. Además, el proyecto apuesta claramente por juguetes no bélicos y con perspectiva de género.

“Buscamos evitar el sexismo y prevenir la reproducción de roles de género que perpetúan desigualdades”, afirma Écija.

Ilusión que transforma

Para quienes participan en la campaña, el momento de la entrega es especialmente significativo. “Es un proyecto muy bonito. Las familias son muy agradecidas y genera un impacto muy positivo en la vida de los niños, niñas y adolescentes”, explica la voluntaria.

Desde Cruz Roja Juventud recuerdan que todavía es posible colaborar, ya sea donando juguetes nuevos, no bélicos y no sexistas en los puntos habilitados en comercios de Cuenca, o sumándose como voluntariado.

Con la llegada de la Navidad, Lucía Martínez lanza un mensaje claro a la sociedad conquense: “Garantizar el derecho al juego es una tarea de todos y todas. Cada gesto, ya sea donando un juguete, siendo voluntario o participando en campañas, puede cambiar la vida de un niño o una niña”.