No se cansen
“No se cansen de ser buenos. Aunque ser bueno no vale para mucho, al menos sirve para no arrepentirse de uno mismo”

La mirada de Toledo: No se cansen (30/12/2025)
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Toledo (Toledo)
Buenos días, Carlos. Buenos días, oyentes.
No sé si a ustedes también les pasa, pero a 24 horas de que termine el año, yo ya estoy agotado del que viene.
Con los propósitos de año nuevo pasa como con la cantidad de fruta y verduras recomendadas para cada día: no da tiempo. A los recurrentes deseos de retomar el gimnasio, la dieta o el estudio de aquello que dejaste, se suma la machacona lista que nos venden con el estresante título de “este 2026 no te puedes perder…” y que incluye lo que tenemos que leer y escuchar, qué visitar o comer, con qué vestirnos, cuánto sexo debemos de tener para estar en la media o con quien debemos soñar en los próximos doce meses. Ya saben, somos lo que nos queda por hacer.
Y claro, al final hemos terminado por creernos que, a base de rituales, gestos, uvas, ropa interior roja y cava, en cuanto dan las doce cruzamos una especie de puerta ruidosamente adornada que da al paraíso y que nos allana e ilumina el camino a lo que no somos pero, nos han dicho, podemos ser.
No funciona así. Ya verás el chasco y la decepción el día que descubramos que en realidad no existe mecanismo mágico alguno que se active a las doce y un minuto y que la naturaleza no nos ha dotado de un resorte neuronal que cada uno de enero nos resetea el cerebro y nos reinicia en modo persona-nueva-que-siempre-quisimos-ser. Verás las caras cuando por fin caigamos en la cuenta de que todo –o casi todo- depende de la voluntad, o sea, de mover el trasero, arremangarse y ponerse con ello.
Pero a lo mejor, nada de lo que han escuchado machaconamente estos días les vale de acicate para 2026 o quizá son conscientes de que sus propósitos para los próximos doce meses son los mismos desde hace años y sólo existen para ser parte de una insustancial conversación antes de las uvas o, quien sabe, es posible que hayan sido capaces de dirigir por ustedes mismos el ritmo de su vida y no necesitan que nadie les atolondre con campanadas para tomar sus propias decisiones.
Sea cual sea su caso, edad, entorno, movida, estado civil, fase vital, estación del viacrucis, bola, estatus, plan, situación laboral, circunstancia, infierno particular, nivel de nirvana, rollo o estado mental, les animo a que en algún momento del año, de este o de cualquiera, dediquen un minuto a darle una vuelta a la imprescindible herencia ética y humana que nos regaló Pepe Mújica antes de dejarnos en este año que termina y al pensamiento que dio sentido a su vida: “No se cansen de ser buenos. Aunque ser bueno no vale para mucho, al menos sirve para no arrepentirse de uno mismo”
Hasta el año que viene. Besos.
Javi Mateo.

Javier Mateo
Educador social y exconcejal del Ayuntamiento de Toledo.




